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El cristianismo antes de Nicea: persecuciones y herejía

Portada: El cristianismo antes de Nicea

Este artículo forma parte de la serie de artículos destinados a esclarecer lo que pasó en el Concilio de Nicea en el año 325 (ver índice). Quienes dicen que la Iglesia Católica fue paganizada por Constantino argumentan que en ese concilio los obispos cristianos aceptaron los cambios doctrinales propuestos por Constantino hasta el punto de que el resultado fue una religión pagana con solo ropajes externos cristianos. Antes de ver qué pasó realmente en Nicea tenemos que comprender cómo era la Iglesia que asistió a ese concilio, solo así podremos entender sus reacciones y diferenciar lo probable de lo difícil y de lo imposible.

Esta Iglesia que acude a Nicea era la Iglesia de las catacumbas, la que tan solo 12 años antes estaba tiñendo de sangre la arena de los circos. Muchos de los propios obispos asistentes (los llamados confesores) mostraban en su cuerpo las marcas de la tortura, pero ahora acudían a un concilio con libertad. Es probable que el emperador quisiera aprovechar el concilio para ejercer su influencia pero ¿se dejó la Iglesia cristiana influir? ¿es creíble que aceptasen cambios doctrinales en su fe? Para los obispos y para el pueblo cristiano en general el Concilio de Nicea fue un éxito, de haberse producido cambios doctrinales estos cambios habrían sido aceptados no solo por los obispos asistentes sino por todos los no asistentes y por la comunidad de fieles entera. Habrá que ver si eso fue posible, pero veamos primero cómo se habían forjado estos cristianos de principios del siglo IV.

Las persecuciones

Apedreamiento Esteban

Desde el principio de la Iglesia hasta el edicto de Milán firmado por Constantino en el 313, los cristianos vivieron en un continuo ambiente de persecución. Las persecuciones se alternaban con épocas de paz, pero sabían que en cualquier momento podían volver los ataques, así que la Iglesia se desarrolló principalmente en la clandestinidad y conviviendo siempre con el peligro o la amenaza. Al principio fueron perseguidos por los judíos y luego serían las autoridades romanas las que irían contra ellos. El primero en sufrir persecución fue el propio Jesús, que además anunció las futuras persecuciones. Los cristianos, pues, estaban ya psicológicamente preparados para lo que les esperaba y eso influyó en su reacción general: en lugar de derrumbarse y apostatar o huir, consideraron las dificultades como una bendición del cielo y el martirio como una puerta de acceso al Paraíso garantizada*.

* Hoy en día, a causa de los mártires islamistas, se considera esta idea peligrosa, pero no está de más aclarar a quienes eso dicen que el cristianismo no premia con el cielo a quienes mueren matando infieles, sino a quienes prefieren dejarse matar en lugar de contraatacar o renegar de Jesús. El martirio cristiano es el pacifismo supremo.

Veamos algunos de los textos en los que Jesús anuncia las persecuciones e indica cuál debe ser la reacción del cristiano ante ellas (incluidas las persecuciones de nuestra época y las que están por venir):

San Esteban apedreado

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Bienaventurados vosotros cuando seáis insultados y perseguidos, y cuando se os calumnie en toda forma a causa de mí. Alegraos y regocijaos entonces, porque os espera una gran recompensa en el cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas que os precedieron. (Mateo 5:11-12)

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Pero, antes de todo esto, os echarán mano y os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y cárceles y llevándoos ante reyes y gobernadores por mi nombre; esto os sucederá para que deis testimonio. Proponed, pues, en vuestro corazón no preparar la defensa, porque yo os daré una elocuencia y una sabiduría a la que no podrán resistir ni contradecir todos vuestros adversarios. Seréis entregados por padres, hermanos, parientes y amigos, y matarán a algunos de vosotros, y seréis odiados de todos por causa de mi nombre. Pero no perecerá ni un cabello de vuestra cabeza. Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas. (Lucas 21:12-19)

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Lo que yo os mando es que os améis los unos a los otros. Si el mundo os odia, sabed que antes me ha odiado a mí. Si fueseis del mundo, el mundo os amaría como cosa suya. Pero como no sois del mundo, sino que yo os elegí y os saqué de él, él mundo os odia. (Juan 15:17-19)

Además de estos anuncios, ya en plena época de persecuciones (finales del siglo primero) San Juan escribió el Apocalipsis. En este libro, mediante imágenes simbólicas, se describe la lucha entre las fuerzas del mal, que ostentan el poder, y la Iglesia de Dios. El libro es una llamada a la perseverancia y a la esperanza en medio de la persecución: si los santos se mantienen firmes en su fe, su recompensa será eterna; aunque las fuerzas del mal parezcan estar venciendo, la victoria final será de Cristo y de su Iglesia, como así fue. Para los cristianos de esa época, el Apocalipsis les recordaba que, tal como había prometido Jesús, esas persecuciones serían para ellos ocasión de gloria y salvación.

Apocalipsis 2da venida

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[los reyes] lucharán contra el Cordero, pero el Cordero los vencerá, porque es Señor de los señores y Rey de los reyes. Con él triunfarán también los suyos, los que han sido llamados, los elegidos, los fieles. (Apocalipsis 17:14)

Pero eso no quiere decir que las cosas les resultasen fáciles o agradables. Desde la muerte de Jesús hasta Constantino, además de las persecuciones judías, tenemos 10 oleadas imperiales contra los cristianos, empezando por la crueldad de Nerón y terminando por la más sangrienta de todas, la de Diocleciano (del 303 al 312), que terminó solo unos años antes del Concilio de Nicea.

El Imperio contra Cristo

La famosa tolerancia religiosa romana era solo una fachada. Roma toleraba todo tipo de cultos pero a condición de que sus fieles participaran también en el culto romano y, sobre todo, en el culto al emperador. Judíos y cristianos se negaban a ello y no reconocían a más dios que Dios. Los judíos eran una religión tradicional tolerada por Roma y por tanto estaban exentos de esa obligación, pero cuando el cristianismo se separó del judaísmo, quedó despojado de la protección que antes tenían como secta judía, y pasaron de ser perseguidos por los judíos a una situación mucho peor, ser perseguidos por los romanos. Eran mal comprendidos, frecuentemente calumniados, tachados de ateos y acusados de toda clase de inmoralidades surgidas a partir de malinterpretaciones de su doctrina: incesto (porque se consideraban hermanos), canibalismo (porque comían el cuerpo de Cristo y bebían su sangre), superstición, traición, etc. El rechazo social les convertía en fácil presa de abusos y desprecios de todo tipo, y el muy legalista sistema romano pronto encontró maneras de poder atacar a los cristianos e incluso asesinarlos con la ley en la mano; en nombre de la Justicia Romana.

Jesús había insistido en que si se mantenían firmes en su fe hallarían la salvación, y eso es lo que la mayoría hizo, aunque lógicamente también hubo muchos que sin contar con el valor suficiente cedieron y sacrificaron a los ídolos o que huyeron fuera del imperio. En algunas épocas les hubiera bastado con renegar de Jesús y quemar incienso en un altar pagano; a veces era incluso suficiente con que echasen un puñado de incienso sobre el fuego del altar del emperador, solo eso y les dejaban marcharse libres. Pero la mayoría de los cristianos consideraba que eso era pedirles mucho más de lo que podían hacer. Eran amenazados, apaleados, torturados y asesinados por millares, a menudo en circunstancias atroces.

Las antorchas de Nerón

Nerón los ató a estacas untándolos de sebo y los prendía como antorchas humanas para iluminar sus depravadas fiestas; para disgusto de sus invitados, que se quejaban del desagradable olor a cuerpo quemado. Algunos eran utilizados como actores en el teatro para que las escenas de muertes resultasen más auténticas, con sangre real. Cientos de ellos, incluidos sus hijos, eran arrojados a las fieras del circo para diversión de la gente. Muchos salvaron la vida pero perdieron todas sus posesiones o recibieron mutilaciones y torturas. Siempre vivían con el miedo a la delación y a un futuro incierto, a menudo reuniéndose en secreto, llenándose mutuamente de valor para cuando llegara el nuevo golpe. Fueron también utilizados como chivos expiatorios y culpados de todos los males de la sociedad, desde Nerón, que les acusó del incendio de Roma, hasta los terremotos del siglo II, que los paganos achacaron al enfado de los dioses porque los cristianos los habían abandonado y la gente se echó a las calles gritando “¡los cristianos a los leones!”. Ese grito lo podemos ver también hoy en día en más de una pintada o página web, pero por entonces no era un insulto, era una amenaza real.

Martir leones

Finalmente, su integridad, su amor, su pacifismo y su increíble valor ante la muerte calaron en las gentes y buena parte del pueblo empezó a verlos con admiración y simpatía. Muchos se unieron a ellos conquistados por su ejemplo, y muchísimos más lo hicieron, ya sin miedo, en cuanto las persecuciones finalizaron. Fue ciertamente una etapa heroica donde la sangre de los mártires realmente fue semilla de nuevas conversiones. En lugar de ceder y retirarse, las comunidades cristianas crecieron y se extendieron mucho más… Pero a nivel personal la situación era tremendamente angustiosa.

La última etapa, la de las persecuciones de Diocleciano, parecía que no iba a terminar hasta que el último cristiano hubiera vertido su sangre, y ese era en verdad el objetivo final. Fue llamada “la Gran Persecución”, la más sangrienta y sistemática. Ciudades enteras de mayoría cristiana fueron arrasadas, algunas fueron sitiadas y luego incendiadas con todos sus habitantes dentro. En África, grupos enteros eran apresados, arrojados a zanjas y cubiertos con cal viva. No sólo querían asesinarlos, querían además disuadir a otros de seguirlos, así que a menudo sus muertes eran ejemplares.

¿Cuántos mártires murieron?

Martirio de San Sebastián

Sobre el número de mártires es imposible dar cifras. Pensemos que no podemos saber cuánta gente murió en la sangrienta represión que siguió a la Revolución Francesa, así que no es de extrañar que tampoco de los siglos primeros tengamos datos claros. Los romanos no se preocuparon de contarnos cuántos muertos hubo, solo de los procedimientos legales y las medidas tomadas. Diocleciano en el siglo III ordenó destruir todos los documentos cristianos, especialmente los relacionados con los martirios pues se dio cuenta de que servían de inspiración a los cristianos, y así destruyó todos los documentos oficiales y la mayoría de los que se conservaban en manos cristianas. Por eso los testimonios que conservamos sobre a cuánta gente afectaron esas medidas nos vienen mayoritariamente de fuentes cristianas, y estas fuentes nos hablan de millares o de multitudes. También nos narran acontecimientos puntuales en esta o aquella ciudad y en muchos de ellos también se cuentan por centenares o miles los asesinados en uno o varios días. Tanto el historiador pagano Tácito como el papa Clemente (finales siglo I) nos hablan de “una gran muchedumbre” de asesinados solo durante la persecución de Nerón, pero las peores persecuciones fueron las del siglo III y IV.

Con el paso de los siglos la memoria de los mártires creció y en la florida imaginación medieval acabó hablándose de millones de muertos (más muertos que cristianos había). Como reacción contraria tenemos hoy en día a muchos historiadores que en nombre de la “objetividad” rechazan las fuentes cristianas originales, ignorando así en buena medida la principal fuente de información sobre las cantidades de mártires. De esta manera suelen hablar ahora de 3.500 mártires durante la persecución de Diocleciano y tal vez menos de 3000 en todas las persecuciones anteriores. Hablar de unos 6000 mártires heroicos ya es un número considerable y digno de admiración, pero la cuestión es que bajar las cifras de martirio a solo esa cantidad supone una grave manipulación histórica mucho más movida por el ateísmo de unos (y por el deseo de otros de parecer “también” objetivos) que por las evidencias históricas. Es como si a la hora de calcular los judíos muertos en el holocausto nazi rechazáramos las fuentes judías y las de los países aliados (por ser interesadas) y aceptamos solo las fuentes nazis; en tal caso hablaríamos no de 6 millones de muertos, sino de solo unos millares o incluso de la posibilidad “muy real” de que el holocausto ni siquiera tuvo lugar, sino que fue un montaje propagandístico. Eso es verdaderamente lo que algunos círculos actuales opinan del holocausto, y esa misma lógica aplican hoy muchos historiadores a las persecuciones romanas, convirtiéndolas en una serie de conflictos anecdóticos y puntuales.

Martirio de los santos Cosme y Damián

La crónica de los mártires Santiago y Mariano, en tiempo de Valeriano, afirma que en la primavera del 250 las ejecuciones duraron en Cirta varios días. Y como al último día aún quedaran muchos fieles por ejecutar, fueron arrodillados a la orilla de un río, por donde habría de correr la sangre, y el verdugo fue recorriendo la fila  y cortando cabezas (Passio 12). También las cartas de San Cipriano atestiguan y describen los innumerables martirios producidos en el norte de África con Decio, Galo y Valeriano. Describe la situación de los cristianos “despojados de su patrimonio, cargados de cadenas, arrojados en prisión, muertos por la espada, por el fuego y por las bestias» (Ad Demetrianum 12). Y en Roma, dice también, en el 258 los prefectos están ocupados «todos los días en condenar a fieles y en confiscar sus bienes” (Epist.80). Los mártires, afirma, se contaron por millares, y excede la posibilidad humana dar cuenta de su número inmenso. En el 303, en Nicomedia, se decapita o se quema a una “compacta muchedumbre«. A “otra muchedumbre” se le arroja al mar. “¿Quién podrá decir cuántos fueron entonces los mártires en todas las provincias, pero especialmente en Mauritania, en la Tebaida y en Egipto?”. En Egipto, concretamente, la persecución mató a “diez mil hombres”, sin contar mujeres y niños. En la Tebaida él mismo presenció ejecuciones en masa: de veinte, treinta, “hasta ciento en un solo día, hombres, mujeres, niños… Yo mismo vi perecer a muchísimos en un día, los unos por hierro y los otros por fuego. Las espadas se embotaban, no cortaban, se quebraban, y los verdugos, cediendo a la fatiga, tenían que reemplazarse unos a otros” (Hist. eccl. VIII, 4-13). Puede que estas cifras estén un poco infladas o puede que no, pero si un historiador quiere acercarse a la verdad ¿debería rechazar este tipo de testimonios para hacer caso solo de lo que dicen los verdugos o de sus propias suposiciones? ¿es su propio parecer más fiable que el de los testigos cristianos de la época? No parece una manera muy científica y objetiva de funcionar.

Persecución cristianos catacumbas

Aunque el número total de muertos en esta persecución sea imposible de determinar, podemos hablar como muy poco de 20.000 mártires, puede que muchos más, pero incluso esta cifra mínima es en realidad mucho mayor de lo que parece si tenemos en cuenta que el total de cristianos del imperio romano por entonces se calcula en unos 500.000, lo que equivale al asesinato del 5% de los cristianos, un terrible genocidio se mire por donde se mire. Al menos uno de cada 20 murió asesinado, muchos más fueron torturados o azotados, aunque sobrevivieron (los confesores*), y todos sufrieron en mayor o menor grado la discriminación social y legal y una vida dura llena de trabas y problemas por su fe, a causa de Jesús.

*Los cristianos que fueron torturados o mutilados pero sobrevivieron son llamados “confesores” porque tuvieron al valor de confesar (proclamar) su fe públicamente sin miedo a las consecuencias. Entre los obispos asistentes a Nicea había también un nutrido grupo de confesores.

[

Judíos y paganos nos persiguen en todas partes, nos despojan de nuestros bienes y sólo nos dejan la vida cuando no pueden quitárnosla. Nos cortan la cabeza, nos fijan en cruces, nos exponen a las bestias, nos atormentan con cadenas, con fuego, con atrocísimos suplicios. Pero cuanto mayores males nos hacen padecer, tanto más aumenta el número de los fieles. (Tertuliano, Dialogo Tryphon. 110, siglo II).

El Edicto de Milán

Y de repente, Constantino sube al trono imperial y meses después emite un edicto junto con Licinio, el famoso Edicto de Milán, en el que declara el cristianismo legal (que no oficial y menos aún obligatorio) en todo el Imperio y su culto tan libre como el de cualquier otra religión. Las persecuciones por fin habían llegado a su fin. Era el año 313.

Constantino Edicto de Milán
Habiendo advertido hace ya mucho tiempo que no debe ser cohibida la libertad de religión, sino que ha de permitirse al arbitrio y libertad de cada cual el ejercicio de las cosas divinas conforme al parecer de su alma, hemos sancionado que, tanto todos los demás cuanto los cristianos, conserven la fe y observancia de su secta y religión [...] que a los cristianos y a todos los demás se conceda libre facultad de seguir la religión que a bien tengan; a fin de que quienquiera que fuere el numen divino y celestial pueda ser propicio a nosotros y a todos los que viven bajo nuestro imperio. Así, pues, hemos promulgado con saludable y rectísimo criterio esta nuestra voluntad, para que a ninguno se niegue en absoluto la licencia de seguir o elegir la observancia y religión cristiana. Antes bien sea lícito a cada uno dedicar su alma a aquella religión que estimare convenirle.[…] Las propiedades habrán de ser devueltas a los cristianos sin exigir pago o recompensa de ningún tipo, y sin admitir ningún tipo de fraude o engaño. (Edicto de Milán, 313)

Tan solo doce años más tarde, los obispos de todo el imperio son convocados a un concilio ecuménico que tendrá lugar en Nicea, en el año 325. Muchos de los asistentes aún mostraban en su cuerpo las secuelas de las torturas (los confesores). Otros muchos ya no estaban allí para asistir pero eran venerados como mártires en toda la cristiandad, y fue su sangre inocente la que triunfó sobre la barbarie.

Las herejías

herejía

Pero junto a este peligro externo -las persecuciones- la Iglesia se hallaba también amenazada por otro peligro interno: las herejías. Ya los mismos evangelios y epístolas de los apóstoles advierten a los cristianos de esos lobos que llegarán con piel de cordero y engañarán con sus falsas doctrinas. En diferentes momentos aparecieron grupos que defendían una visión del cristianismo diferente a la ortodoxa. En algunos casos esas desviaciones eran sustanciales, como las diferentes corrientes gnósticas que surgieron a lo largo del siglo II y que solían negar la humanidad de Jesús, o la divinidad de Jesús, o que hablaban de un Dios bueno (el Padre) y un Dios malo (el Yahvé del A.T.). Estas herejías fueron ruidosamente rechazadas por los cristianos ortodoxos, pero igualmente fueron rechazadas con fuerza otras herejías mucho más sutiles o aparentemente inofensivas como los judaizantes (que decían que los cristianos debían seguir la Torah judía), los que decían que las tres personas de Dios eran solo manifestaciones diferentes, no realidades distintas, los que decían que en Jesús había dos voluntades separadas (la humana y la divina) o que la divina anulaba la humana, quienes decían que la Iglesia estaba formada solo por santos y por tanto los pecadores quedaban fuera, etc.

Tolerancia religiosa

Los cristianos del siglo XXI, especialmente los que viven en Occidente, están acostumbrados a vivir en sociedades plurales y convivir con todo tipo de ideas y creencias. La diversidad se considera fuente de riqueza y, al menos oficialmente, algo muy deseable. Nuestras sociedades suelen promover la tolerancia a todos los niveles como manera de facilitar la convivencia. Pero el necesario respeto al diferente se ha acabado confundiendo con la respetabilidad de cualquier creencia; como todas las personas tienen el mismo valor se ha deducido que todas las ideas son igual de valiosas y de ahí se ha llegado a pensar que todas las ideas son igual de válidas. En este contexto el que un cristiano afirme que su fe es la verdad absoluta se considera el colmo de la arrogancia, pues tal como pensaba Pilatos, hoy no se cree en que exista una verdad absoluta (excepto la referida al mundo físico) y por tanto las verdades religiosas se toleran siempre que sean relativizadas y vistas como “mi verdad”, y no como “la verdad”*.

* Es fácil ver cómo la actitud de la sociedad moderna coincide con la de Roma en las persecuciones: tolero cualquier creencia siempre que acepten el supremo culto imperial; se permite cualquier creencia siempre que se acepte el principio supremo de que todas son igual de válidas (pues la Verdad no existe). Si no comulgas con esta doctrina relativista no eres enviado a las fieras, pero sufres el rechazo social y, en ciertos contextos, también el castigo legal. Así por ejemplo en algunos países negarse a practicar un aborto o criticar el matrimonio homosexual puede resultar en multas, pérdidas de empleo o incluso cárcel; esto ocurre porque no se admite en estos casos una objeción de conciencia basada en tu religión, puesto que los valores de la sociedad están por encima de tus creencias particulares, que son de facto consideradas falsas por un poder básicamente ateo.

Esto no afecta solo a las distintas religiones (ateísmo incluido), sino también a las diferentes corrientes dentro de cada religión. Un buen cristiano (según el relativismo modernista actual) debe ser tolerante no solo con los no cristianos sino también con cualquier cristiano que interprete las verdades de fe de forma diferente. En cualquier grupo de católicos (o protestantes, u ortodoxos, etc.) los asistentes suelen exponer sus diferentes opiniones con total libertad y a menudo convencidos de que tienen el mismo derecho a pensar así que los demás, y si alguien intentara reprenderlo por su desviación de la ortodoxia probablemente la mayoría lo considerarían un intransigente y un soberbio por intentar imponer “sus verdades” a los demás.

Pero esta manera de pensar no tiene nada que ver con el cristianismo, que pide amor para el pecador pero rechazo total del pecado, respeto para el hereje pero rechazo total de la herejía. La estructura piramidal de la organización eclesiástica es la mejor garantía para mantener la pureza de la fe y evitar que las nuevas ideas erróneas que surgen se propaguen como si fueran igual de válidas que las tradicionales. No hace mucho participaba en una reunión católica donde un asistente intentaba explicar a los demás que puesto que Dios es amor lo importante era vivir con amor y que en el fondo daba igual creer en Dios o no, y menos aún creer en Jesús o no. El resto de asistentes escuchaba sus razonamientos con atención, y aunque no lo compartían sí estuvieron dispuestos a hacer en sus postulados nuevos matices y, sobre todo, nadie se escandalizó por semejante planteamiento, simplemente no estaban de acuerdo pero respetaban esas ideas y aceptaban su lógica interna, y a nadie se le ocurrió reprenderlo ni mucho menos expulsarlo del grupo. Es la reacción esperable en gente educada en el modernismo actual: vive y deja vivir (algo que en mayor o menor grado todos hoy compartimos), lo cual implica tolerancia pero también desentenderte de la suerte de los demás.

Jesús con la cruz a cuestas

Desde esta perspectiva moderna es imposible entender la mentalidad de la Iglesia primitiva ante las herejías. Los cristianos de entonces consideraban su nueva fe como un tesoro, pagada con precio de sangre: la sangre de Jesús, que nos la había traído, y la sangre de los mártires, que la habían defendido con su vida. Cambiar la doctrina no era visto como “una forma diferente de ser cristiano” o una pluralidad que enriquece la Iglesia (expresiones que hoy sí se pueden escuchar). No, cambiar la doctrina era atentar contra la misma esencia de la verdad y traicionar a Jesús y a los mártires. Debemos tener claro que para los cristianos primitivos las creencias cristianas no eran un conjunto de opiniones o una manera de ver el mundo, era nada más y nada menos que la descripción de la realidad, la Verdad, y esa verdad era la que nos podía salvar, la que nos llevaba a Dios. Por tanto deformar esa verdad, aunque fuera un poco, aunque fuera solo con matices, suponía (en caso de extenderse) una manera de dificultar o incluso impedir la salvación; era como poner minas en el camino que conduce a Dios o incluso intentar desviarlo o cortarlo, de manera que el hombre no pudiera ya salvarse. Contra este peligro, la tolerancia cristiana era cero.

La metáfora del barco

Astilleros

Esta visión de la doctrina la entenderemos mejor nosotros, hijos del materialismo moderno, comparándola con nuestra visión del mundo físico. Imaginemos que vivimos en una enorme isla que se está poco a poco hundiendo. Dentro de unos años estará todo bajo el agua así que la única manera de salvarnos es construyendo barcos que nos permitan navegar hasta el continente, allí nos acogerán las hospitalarias ciudades que fundaron nuestros antepasados emigrantes. Entonces se crean unos astilleros para construir esos barcos con capacidad para toda la población. Las instrucciones de cómo construir barcos nos las dejaron escritas esos primeros emigrantes y desde entonces, todos los que han emigrado al continente han construido sus barcos siguiendo esas instrucciones. Sabemos que esos barcos funcionaron bien porque nuestros paisanos llegaron sanos y salvos a la costa y nos escribieron para contarlo. Pero mientras estamos construyendo los barcos de salvamento llega un ingeniero nuevo y dice que estudiando la forma de nadar de los pingüinos ha llegado a la conclusión de que la forma de los barcos es equivocada, que el casco debe ser redondo y mucho menos profundo. Pero ¿y los planos que tenemos? ¡Seguro que esos barcos redondos no funcionan, estaríamos mandando a la gente a la deriva, a una muerte segura!

Si pensamos en la situación que se generaría en los astilleros comprenderemos la importancia vital que para los primeros cristianos tenían los temas doctrinales. La doctrina era como el plano para construir el barco que nos llevaría a la salvación, cualquier modificación en el diseño podría resultar fatal. No se trataba de aceptar cambios aquí y allá para no discutir, o para no tener problemas, un barco defectuoso podría no llegar nunca o hundirse por el camino. Para muchos de los cristianos actuales la fe es casi un mero conjunto de opiniones, de “creencias” (en el actual sentido devaluado de la palabra), y no un conjunto de convicciones sobre cómo funciona el plano espiritual, cómo se consigue la salvación eterna. Para los cristianos de entonces las reglas para la salvación (doctrina) eran tan sólidas y exactas como lo son las leyes de la física: Si lanzas una piedra al aire antes o después cae por la fuerza de la gravedad, y eso no es cuestión de opiniones, es lo que es; lo mismo ocurre con las leyes espirituales, no es cuestión de opinar si a mí me parece que esto debería ser así o asá, si mi idea de Dios no es compatible con esto o lo otro: es lo que es.

lion gazelle

Nadie se atrevería a decir, “como yo creo en que la naturaleza es buena, rechazo totalmente esa absurda idea tuya de que los leones devoran gacelas, ¡y vivas! ¡Cómo puedes ser tan cruel! Tus estúpidas creencias revelan la dureza de tu corazón, yo jamás podría creer algo así”. Tampoco nadie diría, “¡cómo puedes pensar que si un niño en su inocencia salta por una ventana de un séptimo piso se va a matar! Estoy dispuesto a admitir que si un adulto, sabiendo lo que hace, se tira por la ventana pueda sufrir quizá ciertos daños, ¡pero un niño inocente! Dios no puede ser tan cruel, no puede haber creado un universo que mate a los inocentes”. Bien, si nosotros comprendemos perfectamente que el mundo físico tiene unas leyes y que esas leyes se cumplen sí o sí, del mismo modo aquellos cristianos sabían que el mundo del espíritu tenía unas leyes y se cumplían sí o sí, y desconocer esas leyes era tan peligroso como si alguien pretendiese vivir ignorando totalmente la ley de la gravedad. Una herejía, por poco que cambiase, suponía poner en riesgo la salvación eterna de muchas almas, ante eso no podía haber negociación ni compromiso, solo el más firme rechazo (por desgracia siglos más tarde ese rechazo se transformó en persecución y muertes, pero en esta época todavía estamos lejos de eso).

En este marco de pensamiento hay que ver la manera que tenían entonces de entender la herejía. El asunto por tanto era de una extrema gravedad y comprensiblemente levantaba enormes pasiones. Pensemos por ejemplo en el donatismo, una herejía de principios del siglo IV que bajo la mentalidad actual sería casi un mero asunto interno pero que fue tema de gran gravedad en los años previos al concilio.

El donatismo

San Agustin y los donatistas

En la ciudad africana de Numidia, un grupo de obispos se oponen al nombramiento de Ceciliano como obispo de Cartago. Ceciliano había sido consagrado por Félix de Aptonga, uno de los obispos considerados traidores porque durante la persecución abjuró públicamente de su fe por salvar la vida, aunque después volvió a confesarse cristiano. A pesar de que todos consideraban esto muy reprobable, la Iglesia piensa que la cobardía, igual que el pecado, no quita validez a los sacramentos administrados. Estos obispos de Numidia, sin embargo, consideraban que si un sacerdote pierde su santidad, pierde también su capacidad para administrar sacramentos. Según esta lógica Félix perdió su poder, así que Ceciliano no fue realmente consagrado y por tanto no podía acceder al obispado porque no era un verdadero sacerdote.

Hoy en día esto hubiera originado un simple revuelo, considerado principalmente como un tema jerárquico y organizativo, pero por entonces el llamado “donatismo” (por Donato, su líder) se consideró una herejía y también los propios donatistas consideraron herejes a todos los que no estuvieron de acuerdo con sus planteamientos, es decir, a toda la Iglesia universal excepto a ellos mismos. Este conflicto terminó generando en Cartago revueltas, enfrentamientos, quemas de iglesias e incluso hubo víctimas, hasta el punto de que Constantino lo consideró un peligro para la estabilidad de su provincia e intentó reprimir el conflicto imponiendo su fuerza y su autoridad. Es importante aquí recordar que NO LO LOGRÓ, ni tampoco lo logró el emperador Honorio un siglo más tarde, cuando les ilegalizó y persiguió con renovada energía. Esta herejía no desapareció hasta que el Islam acabó con el cristianismo en la zona en el siglo VIII. Ningún emperador logró hacerles cambiar de doctrina a pesar de que el cambio era pequeño, pues el donatismo se diferenciaba de la ortodoxia solo en creer que los sacramentos eran válidos únicamente si procedían de sacerdotes de vida intachable, mientras que la ortodoxia dice que el poder de los sacramentos procede de Dios y por tanto no dependen de la calidad del intermediario. Ninguna presión imperial consiguió cambiar la posición doctrinal de unos ni de otros.

La falacia del miedo

Constantino y legionarios

La hipótesis de que la Iglesia cedió ante la presión del todopoderoso emperador parece creíble para el hombre moderno. Sea cierta o no, nos parece una hipótesis creíble; al fin y al cabo un dictador puede fácilmente hacer temblar a cualquiera. Pero si comprendemos bien la mentalidad de los cristianos de aquella época vemos que aceptar cambios doctrinales –aunque vinieran del propio emperador– era algo absolutamente impensable a nivel general. Algunos obispos podrían haber cedido (igual que algunos habían cedido durante las persecuciones), pero la mayoría del pueblo y de los obispos habían resistido mucho más que presiones y no iban a ceder ahora en masa.

Los obispos que fueron a Nicea habían sufrido las duras persecuciones de Diocleciano tan solo doce años antes. Lo que los emperadores pedían durante las persecuciones no era que los cristianos abandonaran su fe, sino simplemente que aceptaran el culto imperial como todos los demás. Si un cristiano aceptaba el culto al emperador su vida se salvaba. Habitualmente bastaba quemar incienso ante una estatua del emperador para que el prisionero quedase libre. En muchas ocasiones ni siquiera tenían que renunciar a su fe ni abjurar de Jesús, solo tenían que introducir un “pequeño” cambio en su religión y aceptar el culto imperial. Pero los mártires (muchos de ellos obispos) dan prueba de que no estaban dispuestos a hacer ni siquiera ese “pequeño” cambio que salvaría sus vidas. Volviendo a la metáfora de los barcos, es como si te permiten diseñar el barco como tú quieres pero te exigen un “pequeño” detalle, tan solo un agujero de 20cms de diámetro en el fondo del casco. Tú sabes que con ese pequeño agujero antes o después el barco se hunde.

Los obispos confesores que estaban en el concilio de Nicea tenían cicatrices y amputaciones sufridas por no haber querido ceder ni siquiera en eso, ni siquiera quemando el incienso como gesto externo, como mera pose, aunque en su corazón supieran que por hacerlo no aceptaban el culto imperial.

Persecuciones siglo III

La teoría de que Constantino impuso cambios doctrinales a la Iglesia ejerciendo su poder y autoridad no se sostiene. Hemos visto que todo el poder y capacidad de represión de los emperadores no sirvieron para doblegar a un simple grupo de obispos donatistas. También vimos cómo los anteriores emperadores no habían logrado doblegar a los cristianos ni siquiera con matanzas. Y ahora que había llegado la paz y sus vidas no estaban en peligro, ¿iba a conseguir Constantino alzando el puño lo que sus predecesores no consiguieron ni hundiendo la espada? La teoría de que la Iglesia cedió por miedo es claramente insostenible. Por eso mismo ha surgido otra explicación para justificar la supuesta apostasía generalizada de los obispos.

La falacia del agradecimiento

Esta otra explicación afirma que los obispos se dejaron embaucar totalmente debido al enorme agradecimiento que sentían por haber puesto fin a las persecuciones. Esta segunda teoría, que goza de bastante aceptación actual, equivale al siguiente razonamiento:

jefe malvado

Mi vida es un infierno porque mi jefe me obliga a trabajar constantemente. El convenio marca 8 horas diarias, descansando los domingos y un mes al año, pero nuestro jefe nos obliga a hacer 15 horas diarias sin ningún descanso, ni domingos ni vacaciones. Sólo nos quedan 9 horas libres, 8 para dormir y 1 para comer, nada para vivir. Con tantas horas de trabajo tenemos dinero de sobra, pero nuestra vida es un infierno, es solo trabajar y trabajar.

Cuando el jefe muere le sustituye su sobrino Dany. Dany es encantador y lo primero que hace es devolvernos nuestros derechos: horario de trabajo de 8 horas al día, domingos de descanso y un mes de vacaciones al año. Es difícil imaginar nuestra felicidad ¡por fin tendremos tiempo para vivir!

Dos meses más tarde, Dany se reúne con nosotros y nos dice que la empresa de su padre necesita más mano de obra, así que ha pensado que como ahora tenemos tanto tiempo libre podríamos ser agradecidos y marcharnos a esa otra empresa a trabajar otras 5 horas; no, no va a pagarnos pero sí nos hará algún regalo; no, no es una petición, es una orden.

Los trabajadores nos quedamos sin saber qué decir, todo nuestro gozo en un pozo, vuelta a la esclavitud. Entonces un compañero dice que bueno, no está tan mal, al fin y al cabo antes nos obligaban a trabajar 15 horas al día y ahora, gracias al bueno de Dany, sólo trabajaríamos 13 (8+5), así que bien mirado salimos ganando. Alguno nos recuerda que nuestro horario son 8 horas, no 13, y que no tenemos por qué trabajar más, y menos gratis. Pero se alzan más voces diciendo que es un desagradecido, que 5 horas de más es mucho mejor que 7 horas extras. Al final, después de mucho debate, todo el mundo acaba convencido de que la propuesta de Dany está fenomenal y salimos de la reunión llenos de alegría. Al llegar a casa muchos de nosotros escribimos emails a nuestros amigos para contarles lo maravillosa que ha sido la reunión y lo contentísimos que estamos por el acuerdo; trabajar 5 horas gratis para nuestro querido Dany será un gran honor, se lo merece.

trabajadores felices

A partir de ahora ¡vamos a trabajar 5 horas más y gratis! ¡qué alegría! Para celebrarlo decidimos hacer una fiesta. Nuestros familiares están también contentísimos y todos sentimos un profundo agradecimiento por el bueno de Dany, hasta los vecinos vienen a felicitarnos. Cada día, al acabar nuestra jornada laboral, nos vamos todos contentos a trabajar gratis para él y no dejamos de dar gracias a Dios por tener un jefe tan bueno y maravilloso.

Si esto que he contado fuese un cuento se podría decir que tiene poco contacto con la realidad, pero si me atreviera a decir que eso no es un cuento sino que así es como sucedió en mi fábrica en los años 50, entonces nadie me creería porque sencillamente es imposible que así sucediera. Si el tal Dany hubiera logrado imponer sus criterios lo habría tenido que hacer usando la fuerza, pero no es creíble que los empleados lo hubieran aceptado contentos movidos por el agradecimiento. Si poco antes estaban dispuestos a morir por negarse a hacer un agujero de 20 cms en el casco del barco, no es creíble que ahora saltaran de gozo mientras hacían un boquete de 5 metros a la nave a la par que todos los pasajeros les aplaudían y festejaban; porque eso es lo que ocurrió tras el concilio, no solo tenemos testimonio de la alegría con la que salieron los obispos sino las fiestas y celebraciones con las que el pueblo cristiano acogió el resultado de Nicea.

San Alejandro

Quienes piensan que, pletóricos de alegría, los obispos y fieles cedieron ante todos los cambios doctrinales que Constantino quiso, es que ignoran totalmente cómo funcionaban estos curtidos cristianos de entonces ante la más mínima desviación doctrinal, lo mismo antes que durante o después del concilio. Acusar a Constantino de pervertir el cristianismo hasta el punto de convertirlo en una religión fundamentalmente pagana (el catolicismo), implica necesariamente la colaboración de todos los obispos asistentes al concilio (unos 300) y así mismo la conformidad y aceptación del resto de los obispos (unos 1500) que no asistieron, y también de todos los cristianos en general, pues la única oposición que encontramos al concilio fue la de algunos arrianos, pues precisamente su herejía fue la que el concilio condenó.

Conclusión

Hemos visto que los obispos del concilio no pudieron ceder ante la presión imperial ni por miedo ni por gratitud, pero además contamos con la aceptación general de la cristiandad, un pueblo cristiano que repetidamente en la época dio muestras de nula tolerancia ante lo que ellos consideraban herejía, incluso cuando provenía de su propio obispo. Si lo que salió de Nicea hubiera sido una herejía, puede que en algunas diócesis se hubiera aceptado el resultado (poco probable), pero ciertamente nunca habría sido aceptado en todas las diócesis de la cristiandad, y menos en las occidentales, que prácticamente no tuvieron allí representación alguna. Pero lo que ciertos protestantes afirman no es que en Nicea se amasara una herejía, sino que se pervirtió la fe cristiana por completo, desde sus mismas bases; según ellos el catolicismo que salió de allí era básicamente paganismo, no cristianismo ¿cómo explican pues la reacción generalizada de la cristiandad? Ese concilio debería haber sido una auténtica bomba y haber generado un rechazo masivo y nuevas persecuciones generalizadas, pero los únicos que pasaron a la marginación fue la minoría hereje arriana, condenada por el concilio, todos los demás lo consideraron un triunfo de la Iglesia, que salía por fin a la luz y fijaba sus bases doctrinales como forma de combatir las herejías presentes y futuras. El Credo de Nicea que de allí salió no fue una innovación doctrinal, sino la puesta por escrito del consenso general, una aclaración oficial de lo que un cristiano debe creer para no caer en la herejía.

En nuestro próximo artículo empezaremos ya hablando del Concilio. Veremos quiénes fueron los personajes más importantes en Nicea, los que lideraron las distintas posiciones, y aprenderemos algo de sus vidas e ideas:

Principales actores del Concilio de Nicea

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Comentarios

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38 respuestas a “El cristianismo antes de Nicea: persecuciones y herejía”

  1. Avatar de Abraham Nuñez
    Abraham Nuñez

    Buenas Noches. Es perfectamente comprensible que para una mente cristiana resulte abrumadora la famosa «teoria de Constantino», sin embargo, es necesario recordarles a los creyentes que antes de la epoca del concilio de nicea, el cristianismo no era aun una «fe», ni mucho menos una religion, sino un movimiento politico creado por «Jesus», quien pregonaba la adoracion a un unico Dios, Jehova, y que la modificacion hecha `por parte del emperador si bien enfurecio a muchos de sus seguidores, estos pasaron a la historia a ser convertidos en herejes, para la iglesia catolica y los que no, continuaron viviendo en el seno del juidaismo hasta el dia de hoy. Cualquier pregunta o duda a aclarar sobre esta teoria no duden en preguntarme. Estoy abierto a todo tipo de ideas. Gracias.

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    1. Avatar de Christian M. Valparaíso

      buenas Abraham, es perfectamente comprensible que para una mente no cristiana sea imposible aceptar que Jesús es Hijo de Dios. Pero otra cosa diferente es decir que Jesús no predicó una religión sino un movimiento político. Dame un texto de la época en donde se vea que lo que Jesús predica es política y no religión. Otra cosa es que tu idea de la política incluya en exclusiva cualquier preocupación social y opines que la fe sólo y únicamente puede hablar del cielo. Entonces te diré que el cristianismo no es budismo o algo parecido, a Dios le preocupa más la justicia social que la vida cotidiana de los ángeles, o al menos le preocupa más de cara a nosotros. Esa otra idea de que Constantino cambió la religión o política o lo que fuera que según tú trajo Jesús también tendrás que demostrarlo. Demuestrame un solo cambio doctrinal que haya aparecido por mano de Constantino y que no existiera antes.

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      1. Avatar de Abraham Nuñez

        Muchos Saludos Compañero Cristian, sinceramente agradezco mucho por haber tomado su tiempo para responder. En vista de sus argumentos presentados, los cuales no niego son totalmente razonables y muy lógicos preparo esta respuesta con el propósito de que usted la pueda tener en consideración.

        1) Dame un texto de la época en donde se vea que lo que Jesús predica es política y no religión.

        Mi respuesta:
        “De tener en mis manos un texto de tal categoría con mucho gusto se lo mostraría, sin embargo, no lo hare y no porque dichos textos que usted me pide no hayan existido, al contrario sino porque en cierto momento dichas pruebas han sido deliberadamente eliminadas. ¿A qué se debe esto? Sencillamente a 3 razones básicas, la primera es que el propio Cristo nunca escribió nada acerca de su ministerio porque desde su perspectiva teológica ya todo estaba escrito. Según lo que él decía todo lo que era necesario saber, estaba en el Antiguo Testamento y cualquier escritura que se le añadiera no podía ser considerada palabra de Dios. Jesús nunca vivió lo suficiente como para poder leer el “Nuevo Testamento” para el toda la verdad estaba en la Biblia hebrea por lo que ni él, ni sus compatriotas más cercanos ampliaron su teología textualmente.

        La segunda razón es sencillamente, que recuerde que su público estaba compuesto por una audiencia de personas pobres, de pescadores y campesinos de gentes analfabetas que nunca aprendieron a leer y escribir, inútil por tanto seria que Cristo les hubiese dado un mensaje por escrito siendo consiente que su público no estaba alfabetizado.

        Y por supuesto la tercera razón y quizá la más importante es que como le dije al principio dichos documentos si existieron, pero los historiadores están de acuerdo que los manuscritos originales de la vida de Jesús se perdieron con el saqueo y caída de Jerusalén por las tropas romanas en el año 70. Cuando Tito destruyo Jerusalén. ¿Lo recuerda? Aquellos libros estaban escritos en arameo (el idioma natal de Cristo) y no en griego el idioma de los 4 evangelios del nuevo testamento. Aquellos libros estaban allí, sencillamente porque los judíos tenían la tradición entera de documentar la vida de sus reyes y Jesús al formar parte de ese linaje real pasó tener una vida escrita conjuntamente.

        En pocas palabras: La ausencia de pruebas documentales de la actividad política de Jesús no demuestra que su movimiento no haya sido militar y político en esencia, más bien todo lo contrario. Jesús estaba completamente legitimado y preparado al 100% para establecer el gobierno de un estado secular en Israel (Recuerde que su sangre era la del mismísimo Rey Salomón)

        2) Otra cosa es que tu idea de la política incluya en exclusiva cualquier preocupación social y opines que la fe sólo y únicamente puede hablar del cielo.

        Mi respuesta:
        En este segundo punto no puedo por menos que darle a usted toda la razón, puesto que literalmente admito que me he equivocado. Solo le pido que comprenda de qué clase de “política” me estoy refiriendo que fue predicada por Jesús. El Cristianismo y el Judaísmo son vistas como religiones diferentes una de la otra, cosa que no debería ser así. Jesús nació siendo judío, y predico una sola religión. “El Judaísmo” no el cristianismo, es decir apostaba por la adoración a Yave, (Jehová), pero intrínsecamente mientras vivía jamás pretendió que la gente le considerase “Hijo” de ese dios hebraico. El solo creyó en el judaísmo de Moisés, donde afirmar que Jehová devolvería a los judíos a Israel, era transformar a esa fe en un movimiento político que se oponía deliberadamente al poder romano.

        3) Esa otra idea de que Constantino cambió la religión o política o lo que fuera que según tú trajo Jesús también tendrás que demostrarlo. Demuéstrame un solo cambio doctrinal que haya aparecido por mano de Constantino y que no existiera antes.
        Lo que quiero que entienda mi querido amigo, es un fundamento muy simple, Jesús es “Hijo de Dios” por supuesto que sí, eso no lo voy a negar, pero solo lo es dentro de la teología eclesiástica que se ha formado poco a poco durante los siglos posteriores a su muerte. En la historia autentica, Jesús de Nazaret, fue un hombre tan mortal como tu y como yo el cual predico un movimiento religioso que intrínsecamente tenía una fuerte implicación política, es decir la liberación de su pueblo de la mano del yugo romano y Constantino permitió difuminar ese trasfondo judaico para crear así a una religión que estuviese abierta a todos los pueblos del mundo. En donde el amor hacia los enemigos, los buenos samaritanos y la pila bautismal estuvieran siempre presentes.

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      2. Avatar de Christian M. Valparaíso

        Sobre que Jesús quiso crear un movimiento político y no religioso, como usted mismo admite, es pura especulación. Al parecer sí hubo documentos, pero se destruyeron durante la destrucción de Jerusalén en el año 70, y al parecer también hubo otros documentos, pero los destruyeron después. Y ni siquiera hay un documento que diga que existieron y fueron destruidos, así que con ese tipo de «pruebas» podríamos decir cualquier cosa de cualquier momento histórico. Por ejemplo podemos suponer que los griegos conocían perfectamente el continente Americano porque habían viajado allí varias veces, pero todos los documentos que hablaban de América fueron destruidos durante la conquista romana, y los que sobrevivieron fueron arrojados al fuego durante el imperio bizantino, y las pruebas que quedaron en América se conservaban en la pirámide del sol de la ciudad de Tenochtitlan, pero fueron quemados por los españoles para que todos pensaran que eran los primeros europeos en llegar. Así no se escribe la historia.

        Sin embargo hay un resquicio de solidez en tu argumento, afirmas que «los historiadores están de acuerdo en que los manuscritos originales de la vida de Jesús se perdieron con el saqueo» de Jerusalén. Si al parecer existe un consenso tan grande y todos los historiadores dicen lo mismo, ofréceme el testimonio de algún historiador serio que defienda esa idea y me muestre en qué se basa para defenderla, porque nunca había oido yo tal cosa.

        Al parecer, a pesar de que ni un solo documento sobrevivió a la destrucción y desaparecieron hace casi 2000 años, tú pareces estar muy documentado sobre las verdaderas intenciones de Jesús, lo que pensaba y lo que pretendía hacer.

        Yo sin embargo sí puedo ofrecerte testimonios sobre lo que Jesús predicaba, no uno, sino un montón de libros, recogidos posteriormente en el Nuevo Testamento, junto con otros libros que fueron escribiéndose después basándose en lo que los seguidores de Jesús iban predicando. Ni uno solo de ellos explica que lo que Jesús creó fue un movimiento político.

        Sobre el judaísmo y el cristianismo, no se pueden considerar dos religiones disntintas en el sentido de que no tuvieran conextión. El judaísmo fue evolucionando a lo largo de los siglos, y un gran cambio fue el paso de la religión de los hebreos a la de los judíos. El siguiente gran cambio fue el paso de la religión de los judíos a la de los cristianos. No es una religión nueva, es un paso más en esa evolución del Pueblo de Dios. En el primer cambio los samaritanos se quedaron atrás, en el segundo cambio los judíos se quedaron atrás, pero es una única religión que va evolucionando.

        Tu idea de que Jesús «jamás pretendió que la gente le considerase Hijo de ese dios hebraico» se fundamenta ¿en qué testimonios? Sin duda se fundamenta en los papeles que supuestamente los romanos destruyeron en Jerusalén en el año 70. Mala suerte otra vez.

        Sigo esperando una doctrina que impusiera Constantino y que no existiera años antes de él. A lo mejor consigues abrumarme con la teoría de Constantino, no lo sé, pero primero me tendrías que demostrar que hay alguna base para creer en esa teoría.

        Lo único que pretnedo, Abraham, es hacerte entender que tus ideas, que son muy diferentes a las nuestras, son unas ideas personales que no puedes defender, aunque el hecho de no tener pruebas donde fundarlas nunca ha sido un impedimento para que la gente crea en todo tipo de ideas y teorías, así que es muy posible que tú sigas creyendo en esas cosas, pero si quieres convencernos a los demás necesitarás algo más que suposiciones sobre lo que no es pero a lo mejor ocurrió.

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  2. Avatar de Jose Escobar

    yo lei los padres de la iglesia y me parecio lo riodiculo de ser protestante ellos lanzan esas acusaciones porque no tienenen historia ademas porque no pudieron rastraear un periodo de 1600 años de cristianos que pensaran igual que ellos ademas el catolicismo tiene mucha informacion historica y dogmatica que el protestantismo solo se basan en la sola escriptura algo nuevo ya que alguno de los padres de la iglesia rechasaban la sola fide y la sola escriptura ademas ellos no pueden ser un restuaricion del cristianismo porque no estuvieron al principio del cristianismo solo se creen porque inventaron una doctrina concocida sola escriptura algo nuevo cuando eso poco les sirvio se dividieron entre si en miles de sectas ademas si el protestantismo fuera una restuaricicion pensario como los padres de la iglesia de los primeros siglos pero ninguno piensa asi algunos niegan la trinidad el sabado y la eucaristia lo que hicieron fue una destruccion del cristianismo ellos se dividieron entre miles de sectas y se confundieron cuando ninguno tuvo contacto con los apostoles o con un padre de la iglesia prefieron confiar en la iglesia catolica porque ha estado en todo la historia del cristianismo ademas el protestantismo no ha estado solo piensa con el pensamiento de lutero ademas el catolicismo tiene mucha informacion historica y congruente que el protestantismo ademas ellos se basan en el odio y el rencor pero prefiero escoger entre las dos ramas del cristianismo el catolicismo porque tiene historia desde los siglo 1 hasta ahora y es mas confieble porque tienen mucha historia y tienen muchas rituales como los sacrmaentos y tiene un pensamiento muy avanzado que el protestatismo pues en la iglesia catolica hay una variedad del cristianismo amplio como el infienro la trinidad la eucaristia el purgatorio la misa la inmaculada concepcion de maria cosa que el protestaatimo no tiene el pensamiento muy primitivo del cristianismo pues es sola escriptura pues en la iglesia catolica es tradicion magisterio y biblia

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    1. Avatar de Oscar Suarez Vasquez
      Oscar Suarez Vasquez

      El protestantismo es una disidencia de la iglesia católica; no es necesario ser un erudito para entender que ser cristiano significa ser seguidor e imitador de Jesús, cuya doctrina está basada o fundamentada en el amor, para entenderlo habría que meditar en si las personas que pertenecen a la doctrina que yo defiendo tiene como base la humildad y la sencillez, y si realizan las siguientes acciones que Jesús el hijo de Dios dejo a sus seguidores, y están contemplados en los siguientes textos Bíblicos; Lucas 6: 46, donde el mismo Jesucristo cuestiona a quienes dicen ser sus seguidores, porque no siguen su ejemplo, porque no hacen las cosas que el mando que hicieran, Lucas 8: 1, dice que Jesús viajaba por diferentes ciudades predicando el mensaje de la buenas nuevas del reino de Dios, Lucas 10: 1 dice que envió a setenta de sus discípulos de dos en dos a realizar esta misma labor, y el apóstol pablo ratifica en Hechos de los apóstoles que lo hacía de casa en casa; sin embargo esta una labor que cualquiera puede hacer sino quien haya sido educado o enseñado tal como el mismo hijo de Dios fue enseñado antes de iniciar esta maravillosa labor tal como el mismo lo atestigua en el texto Bíblico de Juan 8: 28, de la misma manera los seres humanos que prediquen será porque fueron instruidos, y enviados así lo dicen los textos de Romanos 10: 13 al 15.

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      1. Avatar de Christian M. Valparaíso

        Hola Oscar, totalmente de acuerdo. En esta página hablamos de historia y doctrinas, de cuál es la verdadera fe que predicó Jesús. Otro asunto diferente es si la gente que comparte esa fe realmente la pone en práctica o no. Como católico, creo que tener una fe pura y correcta sirve de poco si tu vida no la pone en práctica, como dijo Santiago, la fe sin obras es una fe muerta.

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    2. Avatar de Eliutd Mena.

      Desconoces mucho acerca de la historia del cristianismo. Al parecer no has leido acerca de los incontables que fueron asesinados por la iglesia católica, por predicar lo mismo que los apostoles? fue tan agresivo su ataque que se centraron en quemarlos en las hogueras con todos sus libros para tratar de no dejar evidencia alguna de ello.
      Se sabe mas de Lutero ya que fue de una manera u otra ayudado por poderosos de la época a salvaguardar su vida y sus ideas.
      Ignoras que antes de la reforma hubieron muchos que quisieron «Reformar» pero no tuvieron tal fuerza contra el papado.
      La iglesia catolica en todo ese tiempo de la edad media tuvo en las sombras a los que verdaderamente practicaban el cristianismo primitivo. fue tal su ataque de impedir que se extendiera la verdad del evangelio, que el papa ordenó que se prohibiera la lectura de la palabra de Dios y ordenaba la muerte a quien osara en desobedecer.
      Simplemente debes saber que la iglesia católica como organización muy fuerte de la época suprimió a muchos y nos a querido contar una historia que nunca existió… por ello ves que catalogaron herejes y que fueron asesinados, yo les cambiaria el nombre de herejes por cristianos primitivos, quienes eran sus mayores enemigos y que solo comenzaron a salir de las sombras cuando Lutero revolucionó todo. en pocas palabras Lutero no inventó nada, simplemente fue el motor que motivó a muchos a salir del anonimato por temor a morir por Jesús y comenzar a proclamar las verdades del evangelio que nunca se dejó de predicar desde los tiempos de Jesús.

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      1. Avatar de Christian M. Valparaíso

        Al contrario, parece que eres tú quien ha leído la historia en panfletos ideológicos y asumes que el mundo se divide entre los buenos y los malos, estando los tuyos entre los buenos, por supuesto. Las cosas no son tan sencillas, todos los hombres estamos hechos de barro. Puedes contrastar tu visión simplista con otra más objetiva y compleja como la presentada en este otro artículo https://apologia21.com/2015/10/25/la-iglesia-perseguidora-y-perseguida/

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    3. Avatar de Ronald
      Ronald

      Hola José, bueno a todo lo que comentas:
      «Hasta ahora y es mas confieble porque tienen mucha historia y tienen muchas rituales como los sacrmaentos y tiene un pensamiento muy avanzado que el protestatismo pues en la iglesia catolica hay una variedad del cristianismo amplio como el infienro la trinidad la eucaristia el purgatorio la misa la inmaculada concepcion de maria cosa que el protestaatimo no tiene el pensamiento muy primitivo del cristianismo pues es sola escriptura pues en la iglesia catolica es tradicion magisterio y biblia».

      No se trata de historia, rituales o costumbres, se trata de Dios y honrar y dar gloria a Él con la verdad y está verdad está en la Biblia. Como esta escrito:Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito:
      Este pueblo de labios me honra, Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas mandamientos de hombres. Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber; y hacéis otras muchas cosas semejantes.
      Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición.
      Marcos 7:6-9

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      1. Avatar de Christian M. Valparaíso

        Ronald, sin darte cuenta caes en la fácil trampa de pensar que la palabra «tradición» de esas citas se refiere a lo mismo que lo que los católicos llamamos la Tradición. En cualquier caso ahí Jesús se refiere a las tradiciones de los judíos de su época, que no tienen nada que ver con nosotros. Jesús no nos dio su Evangelio en un libro, en tal caso tal vez sí tuviera sentido la sola scriptura pero no, él, y después sus apóstoles, predicaron el Evangelio, que la Iglesia lo recibió de forma oral. Luego los apóstoles y evangelistas escribieron parte de esa fe, pero no toda. Por eso nuestra Iglesia, que estuvo ahí desde el principio, recibió todo el tesoro de la fe de Jesús, mientras que los protestantes, muchos siglos después, decidieron quedarse sólo con la parte escrita y rechazar todo lo demás. Una pena.

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  3. Avatar de Carlos Ramirez Efres

    por esta y muchas razones es que el cristianismo y el judaismo son incompactibles
    pues dicen que los judios perseguian a jesus ,pero los nevim o profetas siempre enseñaron y mostraron algo a favor de los judios e israel porque a ninguna nacion del mundo se le prometio un mesias solo a israel si en el cristianismo preniceano o el paleocristianismo los judios no tuvieron nada que ver , yo nunca supe que los judios persiguieron supuestos cristianos pero si he sabido que muchos cristianos han perseguido judios, por ejemplo el catolicismo que tuvo el descaro de llamarle a eso santo oficio luego el cristiano adolfo hittler que los persiguió con una cruz distorcionada mejor conocida como swaastka entonces si jesus se opuso y violó todo lo que era judio torah, tanaj e hizo todo lo contrario que clase de judio era predicando una religion goyim o gentil

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    1. Avatar de Christian

      Disculpa Carlos, en ningún momento ha sido nuestra intención atacar a los judíos, pero si estamos contando la historia tenemos que contarla tal como ocurrió. Me sorprende que no hayas nunca oído que los judíos persiguieron a los cristianos en sus inicios, pero es así, tampoco tiene nada de extraño, pues a los seguidores de Jesús les consideraron al principio una secta judía herética, y los herejes eran perseguidos. Por lo demás no es ningún secreto que Jesús era judío, y los apóstoles, y la mayoría de los primeros cristianos, y nosotros aceptamos el Antiguo Testamento judío como Palabra de Dios, y creemos que Israel era el pueblo elegido, pero con Jesús ese honor se abrió también a los gentiles, tal como anunciaron vuestros profetas, y así pudimos todos entrar también. En cuanto a los judíos, quienes reconocieron a Jesús como el Mesías prometido siguieron siendo parte del Pueblo Elegido, y quienes lo rechazaron quedaron fuera, pues con la nueva alianza la pertenencia al pueblo de Dios no venía por los genes, sino por la fe. Y al mismo tiempo entiendo perfectamente que tú no pienses lo mismo, por supuesto, sólo te explico nuestra visión de las cosas.

      Igual que es cierto que los judíos denunciaron a Jesús ante los romanos y pidieron su muerte, y que persiguieron a los primeros cristianos en su territorio, también es cierto que tiempo después, siendo ahora los cristianos mayoría, fueron los judíos los perseguidos. Tan lamentable lo uno como lo otro, e igual de cierto.

      Pero una cosa me resulta ofensiva y de nuevo no es más que otro desconocimiento de la historia. Lo que Hitler hizo con los judíos es atroz, pero decir que Hitler era cristiano y que su símbolo era una cruz distorsionada es sencillamente falso. Hitler fue educado como cristiano, pero siendo universitario ya había abandonado su fe y se había convertido al neopaganismo teutón. De hecho despreciaba profundamente al cristianismo, y muy especialmente al catolicismo porque decía que el cristianismo era una religión judía y el catolicismo estaba muy cerca del judaísmo. También Stalin fue criado como cristiano pero pronto se hizo ateo y se dedicó a asesinar sacerdotes y a perseguir a los cristianos.

      Si nos ponemos a repartir culpas creo que ningún colectivo está libre de ellas. Los cristianos tenemos mucho de qué avergonzarnos en cuanto al trato que hemos dado en el pasado a las minorías, pero igualmente tienen un sangriento historial los ateos, los comunistas, los americanos, los rusos, los musulmanes, los chinos, etc. etc. basta que un colectivo conquiste el poder para que reprima a quien es diferente. Y lamento decírtelo pero lo mismo ocurre con los judíos, que después de haber sido un pueblo sin tierra, a menudo perseguido y maltratado, masacrado por el nazismo… cuando por fin logra una tierra y el poder, no tarda ni dos días en hacer a los palestinos todo aquello que ellos mismos han sufrido antes en sus propias carnes. No creo que eso signifique que los judíos son una raza malvada, al menos no más que los demás, simplemente es la triste constatación de que el ser humano siempre tiende a usar el poder, cuando lo tiene, para aplastar al débil.

      Y por cierto, la esvástica no es una deformación de la cruz cristiana, es un símbolo usado desde tiempos ancestrales, muy común entre los griegos y también entre los índios. De hecho Hitler comienza a usarlo porque es un símbolo de la antigua religión del supuesto pueblo ário que dio origen a los alemanes. Un símbolo que tiene siete mil años de antigüedad.

      Todo eso como respuesta a tu comentario. En cuanto a los judíos en general, nada tengo que decir, sólo que ellos son nuestros hermanos mayores en la fe, como dijo Juan Pablo II, y gracias a ellos Dios nos dio la revelación y el Mesías. Los cristianos nos consideramos miembros espirituales del Pueblo de Israel bíblico, hijos de Abraham, si no por la carne sí por el espíritu, así que bien lejos del antisemitismo que a veces se dio en el pasado entre los cristianos, actualmente tenemos una visión bastante opuesta, al menos desde el punto de vista religioso. Tú consideras ambas religiones incompatibles, para mí el cristianismo es una fase más en el desarrollo del judaísmo, no una ruptura, sino una nueva alianza. Al fin y al cabo en Jesús se dan cumplimiento las profecías del Antiguo Testamento. No sé de donde sacas que Jesús se opuso a todo lo que era judío en la torah. Es una pena que no puedas verlo así, aunque entiendo perfectamente que lo rechaces. Tal vez si estudias a fondo el Reino de David y todas las profecías y promesas que Dios le hizo a David puedas entender que el Reino de Dios que predica Jesús es precisamente la realización de esas profecías, la reinstauración espiritual del reino de David.

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    2. Avatar de JUAN ARTURO
      JUAN ARTURO

      Carlos, complementando lo aportando por Christian, te comparto lo que un Judío nacido en Argentina, licenciado en Derecho y Doctor en Filosofía, Antropología y Psicología dice de Jesús. Te vas a sorprender y quizá tu opinión de que Jesús se opuso y violó todo lo que era judío, torah, tanaj se modifique.
      Supongo conoces algo de las posiciones de Rabí Hilel y Rabí Shamai y aunque contrapuestas en algunos aspectos, no creo que ningún judío simpatizante de uno u otro se atreviera o atreva a opinar del otro, lo mismo que tu de Jesús.

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