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Adventistas, Constantino y la elección del domingo

Portada: Adventistas y el domingo

Puesto que muchos hoy acusan a la doctrina católica de ser el resultado de la paganización que Constantino hizo del cristianismo en Nicea, vamos a ver qué hay de cierto en todo ello. Este artículo pertenece a la serie CONSTANTINO O LA IGLESIA PRIMITIVA. De los 10 puntos que nos dispusimos a analizar, veremos hoy el 8, asunto conflictivo para algunas denominaciones paraprotestantes (como los Adventistas del Séptimo Día y otros grupos sabatistas), defensoras de que el día de descanso debería ser el sábado, como en la religión judía:

1- La presencia real de Jesús en la Eucaristía
2- La consideración de que la misa católica es un sacrificio
3- Jerarquización de la Iglesia
4- Refuerzo de la autoridad del obispo de Roma
5- Se da el nombre de “católica” a esta nueva iglesia que él fundó.
6- La veneración a la Virgen y a los santos
7- Divinización de Jesús
8- Celebración del día del Señor en domingo
9- Selección del canon bíblico
10- Creación del rito de la misa católica

8- Constantino cambia el día de descanso cristiano al domingo, día pagano del sol

Introducción

En una web adventista nos encontramos la siguiente afirmación:

Un estudio cuidadoso de las fuentes históricas existentes en los siglos primero al quinto revela el hecho sorprendente de que la transferencia de la santidad del verdadero sábado bíblico al domingo fue un proceso largo y gradual. El Dr. Kenneth Strand, profesor de Historia de la Iglesia, en la Universidad de Andrews, en Berrien Springs, Míchigan, categóricamente afirma, "Hasta el segundo siglo no hay evidencia concreta de una celebración cristiana semanal del domingo, en ninguna parte. Las Primeras referencias específicas durante ese siglo, vienen de zonas de Alejandría y Roma que ya habían rechazado la observancia del séptimo día sábado desde muy temprano." (The Sabbat in Scriptures and History, pág. 330, Review and Herald Publishing Association, 1982)
libro de Kenneth Strand

Más bien lo que resulta sorprendente es que un profesor de universidad especializado en historia de la iglesia tras estudiar cuidadosamente las fuentes históricas llegue a la conclusión de que lo blanco es negro. Otra cosa sería si pudiera mostrar evidencia de que en el siglo primero los cristianos celebraban la misa en sábado, tal como ellos afirman. Además comete otro error, pues hace clara referencia a una cita del historiador Sócrates el Escolástico (siglo V) al señalar que la celebración dominical es una innovación de Roma y Alejandría que se irá imponiendo progresivamente en todo el mundo:

A pesar de que casi todas las Iglesias de alrededor del mundo celebran los sagrados misterios el sábado de cada semana, no así los cristianos de Alejandría y de Roma que se rehúsan a hacerlo, esto debido a alguna tradición antigua. (Sócrates Escolástico, Historia Eclesiástica, Libro V, Cap. 22, c. año 439)

Esta cita, a pesar de lo que aparenta, no tiene nada que ver con la observancia del sábado, aunque es sistemáticamente usada por los adventistas como una de sus principales pruebas. En realidad esa cita sirve más para reforzar el catolicismo que el adventismo. Su significado completo está detallado en el apéndice 3 adjunto, acuda allí para entenderlo, pero aquí ya le adelantamos que la cita de Sócrates no apoya para nada las pretensiones de este Dr Kenneth Strand, que por si no lo había adivinado, es adventista.

En este artículo estudiaremos diversas fuentes de los siglos I al IV (hasta la llegada de Constantino) para demostrar que la celebración dominical es la habitual desde el nacimiento de la Iglesia e incluso antes, desde la resurrección de Cristo. Pero antes aclaremos algunos conceptos.

En sus discusiones y razonamientos los adventistas (es de suponer que inadvertidamente) crean mucha confusión al mezclar varios conceptos diferentes, presuponiendo que cada vez que un texto habla de uno de esos aspectos se sobreentienden igualmente todo los demás, lo cual no es cierto. No es lo mismo el sabbat que el Día del Señor. El sabbat es un día en el que los judíos tenían que descansar, pero no solo para no trabajar, sino que tenían prohibido casi cualquier acción que supusiera un esfuerzo físico. Incluso en la actualidad, los judíos ortodoxos más estrictos no pueden ni conducir ni pulsar el botón del ascensor, por ejemplo. Además en ese día se celebraba en la sinagoga la asamblea para adorar a Dios. Por lo tanto el sabbat judío tiene dos aspectos, por un lado es el día de adoración, de reunión en la sinagoga, y por otro lado es el día en el que todo trabajo, por pequeño que sea, está prohibido. Aclaremos también que el sabbat original, el de la Ley de Moisés, no incluye las reuniones en la sinagoga por la sencilla razón de que estas no existían aún, y para la mayor parte de los judíos el Templo solo podía visitarse una o varias veces al año. La sinagoga aparece en torno al siglo V a.C. durante el exilio en Babilonia, y desde entonces las reuniones religiosas se suman a las normas del sabbat.

misa iglesia primitiva

En el cristianismo la celebración se traslada al domingo y el sabbat en sí, como día de descanso, desaparece, hasta que Constantino en un decreto (año 321) declara el domingo como día festivo y posteriormente, en el concilio de Laodicea (año 363-4… y hasta el día de hoy), la Iglesia establece la prohibición de realizar en dicho día trabajos serviles, etc. (para entender en qué consiste el descanso dominical, vea el apéndice 1). Por lo tanto en el cristianismo tenemos ambos aspectos separados, por un lado está la celebración del día del Señor (misa) y por otro lado está el asunto del descanso. La celebración es mandato divino, pues al igual que Yahvéh en el Antiguo Testamento ordena santificar la fiesta del sabbat, también Jesús en el Nuevo Testamento instaura la Eucaristía y ordena hacer eso en conmemoración suya. El descanso del sabbat es también derecho divino, pues Yahvéh lo reglamentó detalladamente en la Ley entregada a Moisés, pero el descanso dominical cristiano no es mandato divino sino derecho eclesiástico, por eso desde el punto de vista doctrinal da igual en qué momento aparece, pues es la Iglesia la que decide en un momento dado instaurarlo por voluntad propia, no por voluntad directa de Dios (y tampoco contra su voluntad, obviamente). Ambos aspectos, indisolublemente unidos en el sabbat judaico, podrían darse separadamente en el cristianismo, como de hecho ocurrió, pues en algunos casos nos encontramos con cristianos judaizantes que celebraban el descanso el sábado y la Eucaristía principal el domingo, y en los tres primeros siglos los cristianos celebraban la misa dominical pero no el descanso. Por tanto al leer los argumentos adventistas hay que estar muy alertas sobre estos dos conceptos que ellos a menudo equiparan y mezclan.

También es importante para los católicos no perder de vista que Dios ordenó santificar las fiestas, pero una vez abolido el sabbat, en ningún momento ordena a los cristianos santificar en concreto el domingo. La decisión de consagrar el domingo en lugar del sábado fue una decisión que para los primeros cristianos resultó natural (¿qué día más grande para celebrar la gloria de Dios que el día que resucitó y nos salvó de la muerte?), por tanto para nosotros la elección del domingo no es un mandato divino, sino norma eclesiástica, y como tal no es cuestión de fe. Si la Iglesia hubiera decidido seguir consagrando el sábado pues entonces celebraríamos el sábado sin ningún problema, así que toda la polémica adventista sobre si los cristianos primeros celebraban el sábado o el domingo no es un tema que pueda afectar a nuestras creencias, sino solo a la verdad histórica. Para nosotros el auténtico tema doctrinal no tiene que ver con qué día se celebra la misa principal, sino con si realmente el sabbat fue o no fue abolido por la resurrección de Jesús, y en este artículo mostraremos por la Tradición y con la Biblia en la mano que así fue.

Otro concepto que necesitamos aclarar es cómo eran los días para los judíos. Para ellos la semana empezaba el domingo (primer día) y terminaba el sábado (séptimo día), que era el día del sabbat (día del descanso prescrito por la Ley). Cada día comenzaba (y terminaba) con la puesta de sol, por eso en la Biblia vemos tantas veces hablar de la noche y el día de tal fecha, como por ejemplo en el relato de la Creación:

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Así hubo una tarde y una mañana: este fue el tercer día. (Génesis 1:13)
Tumba resurrección

Y para contar los días, no importaban las horas transcurridas, sino los diferentes días transcurridos. Por eso la Biblia nos dice que Jesús pasó tres días en el sepulcro y resucitó «al tercer día» a pesar de que estuvo muerto aproximadamente unas 40 horas nada más, pues murió el viernes por la tarde (primer día), pasó todo el sábado en el sepulcro (día segundo) y resucitó en la madrugada del domingo (tercer día). Así también se cumplía una ley antigua que decía que una persona no se podía certificar realmente como muerta hasta que no pasaban tres días de su muerte (o sea, Jesús quiso mostrar sin duda alguna que realmente había muerto y resucitado, no simplemente reanimado).

Y por último, aclaremos aquí que se trata de cuál es la postura oficial o general de la Iglesia. Si queremos centrarnos en excepciones entonces entraremos en un diálogo sin sentido. No se trata de saber si algunas comunidades cristianas celebraban el sabbat, sino de saber si la Iglesia primitiva en general celebraba el sabbat o festejaban el domingo, y cuándo ocurrió ese cambio y por qué. En los primeros siglos existieron comunidades judaizantes en algunas partes que siguieron celebrando muchas leyes judías como el sabbat o la circuncisión, pero si los demás cristianos los consideraban judaizantes era precisamente porque esos elementos eran judíos, no cristianos. Siglos más tarde aparecen sectas heréticas que vuelven a celebrar el sabbat, pero de nuevo nos encontramos con prácticas que se consideran ya heréticas, no parte del cristianismo. Por tanto encontrar una celebración del sabbat aquí o allá no sirve de nada si solo son casos aislados y considerados como desviaciones.

Para los seguidores de la Sola Scriptura (protestantes y paraprotestantes) lo único que realmente importa, al menos en teoría, es si en la Biblia se ve ya ese cambio o no. Para el resto, es también fundamental ver los testimonios de las primeras comunidades cristianas y su opinión sobre el tema para comprender bien qué pasó. Nos bastaría una o dos páginas para demostrar con varias citas incuestionables que los primeros cristianos celebraban ya el día del Señor en domingo, pero el objetivo de nuestro blog no es solo el formar e informar, sino sobre todo rebatir los argumentos de quienes declaran erróneas nuestras creencias, así que intentaremos profundizar en muchas citas y argumentos que los adventistas usan para justificar sus creencias e intentaremos demostrar su error. Empecemos por el principio.

El domingo en la Biblia

En la Biblia, el último sabbat que guardaron los cristianos fue cuando Jesús estaba en el sepulcro.

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Las mujeres que habían venido de Galilea con Jesús siguieron a José, observaron el sepulcro y vieron cómo había sido sepultado. Después regresaron y prepararon los bálsamos y perfumes, pero el sábado observaron el descanso que prescribía la Ley. (Lucas 23:55-56)

La primera reunión cristiana con eucaristía (en casa de los discípulos de Emaús) ocurrió precisamente en domingo, pues fue el mismo día que resucitó Jesús (ver texto entero):

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Pedro, sin embargo, se levantó y corrió hacia el sepulcro, y al asomarse, no vio más que las sábanas. Entonces regresó lleno de admiración por que había sucedido. Ese mismo día, dos de los discípulos iban a un pequeño pueblo llamado Emaús, situado a unos diez kilómetros de Jerusalén... (Lucas 24:12-13)

Y en el libro de Los Hechos de los Apóstoles vemos también a los apóstoles y los primeros cristianos celebrando su día de adoración el domingo, y no el sábado.

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El primer día de la semana nos reunimos para partir el pan y Pablo, que debía salir al día siguiente, dirigió la palabra a la asamblea y su discurso se prolongó hasta la medianoche. (Hechos 20:7)

En la Bíblia la semana empieza el domingo, pues Dios creó el mundo en seis días y el séptimo descansó:

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El séptimo día, Dios concluyó la obra que había hecho, y cesó de hacer la obra que había emprendido. Dios bendijo el séptimo día y lo consagró, porque en él cesó de hacer la obra que había creado. (Génesis 2:2-3)
San Juan en Patmos
S. Juan en Patmos

El sábado es el séptimo día, cuando los judíos celebraban su Sabbat o día de descanso (de ahí procede la nuestra palabra «sábado»), por tanto el domingo es el primer día de la semana. El cambio de celebración de sábado a domingo pronto creará un nuevo término, «el día del Señor» («Dies Dominicus», de donde viene nuestro «domingo»). Ya en la Biblia podemos ver esta expresión cristiana en su libro más tardío, el Apocalipsis de San Juan:

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En el Día del Señor fui arrebatado por el Espíritu y oí detrás de mí una voz fuerte como una trompeta... (Apocalipsis 1:10)

Pero si alguien duda de que San Juan se esté ahí refiriendo al domingo, basta con ver textos cristianos de esa misma época (segunda mitad del siglo primero) para comprobar que cuando el Apocalipsis se escribió los cristianos ya usaban habitualmente esa expresión para referirse al domingo como día consagrado a Dios, tal como veremos más adelante.

El domingo en la Tradición

Cuando los textos se refieren al sábado como día religioso siempre lo llaman el sabbat, pero los textos cristianos, cuando se refieren a su día de reunión, desde el principio lo llaman «el día del Señor», no sabbat. El primer texto extrabíblico donde lo vemos es en la misma Didaché, escrita en la segunda mitad del siglo primero, probablemente en torno al año 50:

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Reuníos en el Día del Señor y partid el pan y ofreced la Eucaristía, pero primero confesad vuestras faltas de modo que vuestro sacrificio sea puro. (Didaché 14)

Aún así algunos pueden polemizar sobre si el llamado «Día del Señor» no sería en realidad la manera cristiana de referirse al sabbat. Pero también en el siglo primero tenemos otro texto que nos explica exactamente qué día es ese:

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Por último, les dice: Vuestros novilunios y vuestros sábados no los aguanto. Mirad cómo dice: No me son aceptos vuestros sábados de ahora, sino el que yo he hecho, aquél en que, haciendo descansar todas las cosas, haré el principio de un día octavo, es decir, el principio de otro mundo. Por eso justamente nosotros celebramos también el día octavo con regocijo, por ser día en que Jesús resucitó de entre los muertos... (Epístola de Bernabé 15:8-9, ca. año 75)

Puesto que la semana tiene solo 7 días, ese llamado «octavo día» no puede ser otro que el primer día de la semana. La semana judía empieza el domingo y termina el sábado, que es el séptimo día, cuando Dios descansó, así que el octavo día tiene que ser el domingo. Pero el mismo evangelio nos deja claro que el día en que Jesús resucitó, el domingo, fue el primer día de la semana:

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Pasado el sábado, al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María fueron a visitar el sepulcro. (Mateo 28:1)

Y si nos movemos un poquito más adelante en el tiempo, al poco de comenzar el siglo II, ya tenemos un texto que deja muy claro que los cristianos no celebran su día sagrado el sábado. San Ignacio de Antioquía, que muy probablemente conoció a San Juan y San Pablo, escribió una carta a los Magnesios a finales del siglo I o principios del II, poco después de redactarse el Apocalipsis o quizás mientras aún se estaba redactando. En ella les dice:

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Así pues, si los que habían andado en prácticas antiguas alcanzaron una nueva esperanza, sin observar ya los sábados, sino moldeando sus vidas según el día del Señor, en el cual nuestra vida ha brotado por medio de Él y por medio de su muerte que algunos [los gnósticos] niegan. ... Absurda cosa es llevar a Jesucristo entre vosotros y vivir judaicamente.
San Justino Martir
San Justino Mártir

Y no mucho después, a mediados del siglo segundo (151) tenemos a San Justino mártir explicando que los cristianos no celebran el día en el que el Señor descansó (el sábado, día 7) sino el día en el que comenzó la nueva creación (el domingo, día 1):

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El día que se llama "del sol" [domingo] se celebra una reunión de todos los que moran en las ciudades o en los campos, y allí se leen, en cuanto el tiempo lo permite, los Recuerdos de los Apóstoles [Nuevo Testamento] o los escritos de los profetas [Antiguo Testamento]... Y celebramos esta reunión general el día del sol por ser el día primero, en el cual Dios, transformando las tinieblas y la materia, hizo el mundo, y el día también en que Jesucristo nuestro Salvador resucitó de entre los muertos; pues es de saber que le crucificaron el día antes del día de Saturno [= sábado, o sea, le crucificaron el viernes], y al siguiente al día de Saturno, que es el día del sol, aparecido a sus apóstoles y discípulos, nos enseñó estas mismas doctrinas que nosotros os exponemos para vuestro examen. (San Justino mártir, Apología I, cap. 67, año 151)

Y apenas 4 años más tarde tenemos otro texto en el que de nuevo se rechaza la observancia del sabbat al igual que la circuncisión:

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... Porque también nosotros observaríamos esa circuncisión carnal y guardaríamos el sábado y absolutamente todas vuestras fiestas, si no supiéramos la causa por la que os fueron ordenadas… No los observamos porque esa circuncisión no es necesaria para todos, sino sólo para vosotros... Y sin sábado también agradaron a Dios todos los justos anteriormente nombrados, y después de ellos Abraham y los hijos todos de Abraham hasta Moisés… También, pues, el sábado os lo ordenó Dios para que tuvierais memoria de El... Porque si antes de Abraham no había necesidad de circuncisión, ni antes de Moisés del sábado, de las fiestas ni de los sacrificios, tampoco la hay ahora, después de Jesucristo, Hijo de Dios, nacido sin pecado de María Virgen del linaje de Abraham. (Diálogo de Trifón 18 y 23, San Justino mártir, año 155)

Y ya no agobiaremos con más citas porque son muchas e igualmente claras, pero solo con estas muestras de textos de entre los años 50 y 150 podemos ver que los cristianos celebraban el día del Señor en domingo y rechazaban la posibilidad de reunirse los sábados. También queda más que demostrado que casi doscientos años antes de Constantino, el domingo ya era el día sagrado de los cristianos.

Es cierto que Constantino publicó un decreto oficializando el Domingo como día de descanso (en el año 321, no en el Concilio de Nicea del 325), pero eso solo suponía que declaraba el día santo cristiano como descanso legal para todo el mundo, no que a partir de entonces los cristianos cambiasen su día de descanso para adaptarse al ordenado por el emperador. Lo que pretendía el emperador era facilitar a los cristianos la observancia de su día de descanso y para ello alteraba el calendario oficial para adaptarlo al uso cristiano ya largamente establecido. De hecho Constantino no dota oficialmente a la fiesta de un sentido religioso, simplemente lo decreta como día de descanso y lo sigue llamando “día del sol”, como siempre se había dicho en latín (y como se sigue diciendo hoy en idiomas como el inglés, “Sunday”):

Que todos los jueces y todos los que habitan en las ciudades, y los que se ocupan en diferentes oficios, descansen en el venerable día del sol, pero que se deje a los que están en el campo usar de su libertad para atender los trabajos de la agricultura, porque a menudo sucede que otro día no es apropiado para sembrar grano y plantar viñas, no suceda que se pierda la ocasión favorable que el cielo conceda.
Emperador Constantino
Emperador Constantino

A partir de este hecho, es fácil encontrar quienes dicen que los cristianos primitivos descansaban el sábado y que fue Constantino quien cambió por decreto ese día al domingo, y de paso señalan que el hecho de que Constantino siguiera llamando al domingo «Día del Sol» demuestra que lo que estaba haciendo con esta ley, como con otras, era paganizando el cristianismo. Sin embargo, como hemos visto, lo que ocurrió fue justo lo contrario, los cristianos desde el principio se reunían el domingo y si Constantino siguió llamándolo día del sol fue porque su ley no era una ley religiosa sino civil, no dirigida a los cristianos únicamente sino a todos sus súbditos; aunque parece clara la intención de favorecer a los cristianos en sus costumbres. Constantino no consagró el domingo a Dios, como algunos dicen, sino que lo que hizo fue declararlo como día civil de descanso obligatorio, y es este hecho lo que más tarde favorecería la aparición del concepto de descanso dominical entre los cristianos, pues en los tres primeros siglos los cristianos no descansan el domingo, entre otras cosas porque no podían; solo los judíos tenían la obligación religiosa de descansar el sábado y el permiso legal para hacerlo, nadie más podía estar un día sin trabajar. Por lo tanto el decreto de Constantino sí es el origen del descanso dominical, pero no el origen (indirecto) de la consagración del domingo, pese a que como vimos al principio, los adventistas a menudo confunden ambos conceptos.

Al principio los cristianos procedentes del judaísmo mantenían sus costumbres y continuaban siguiendo la Ley mosaica (incluida la circuncisión y la observación del sábado como descanso si es que podían hacerlo, aunque celebraran la misa el domingo). El conflicto es cuando comienzan a convertirse los gentiles. En el libro de Hechos vemos cómo algunos son obligados a aceptar la Ley mosaica y otros no, lo que acaba generando un serio conflicto que se zanjará en el Concilio de Jerusalén (Hechos 15). Allí se decide que los gentiles convertidos al cristianismo no necesitan cumplir la Ley (lo que incluye también al sabbat). Por tanto en los primeros años nos encontramos con cristianos que cumplen el sabbat y cristianos que no, pero en las últimas décadas del siglo primero ya no encontramos ningún documento que hable del sabbat para los cristianos si no es para comentar su abolición o para desaconsejar o prohibir su práctica por considerarla un resto del judaísmo. Pero recordemos una vez más que estamos hablando del descanso sabático, no de la consagración del domingo, que en ningún texto se discute.

Es cierto que tenemos un indicio que muestra que algunas comunidades cristianas siguieron con la costumbre judía incluso más allá del siglo primero y se reunían en sábado, pero esa costumbre fue claramente residual, de carácter local, y cesó del todo al ser prohibida en el mencionado concilio de Laodicea en el año 363:

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Canon 29: No corresponde que los cristianos judaícen y celebren el sábado, sino que deben trabajar en ese día y festejar preferentemente el día domingo, si pueden, como cristianos. Si algún judaizante es descubierto, que sea anatematizado de Cristo.

Este concilio era local, así que este canon no tuvo efecto universal para toda la Iglesia hasta que fue sancionado por el ecuménico Concilio de Calcedonia (año 451). A veces los adventistas dicen que la celebración del domingo comenzó por orden del concilio de Laodicea, pero como se ve en ese canon, no impone el domingo, sino que condena a los judaizantes que festejan el sábado por considerar que eso no es un elemento cristiano. La expresión «si algún judaizante es descubierto» deja bien claro que tales casos eran muy raros, al contrario de lo que dicen los adventistas, que ven en este canon una prueba de que la celebración del sábado aún era muy corriente.

Por contra en los primeros siglos abundan los testimonios de que los cristianos se reúnen cada domingo, y en el emblemático Concilio de Elvira (España, año 300), anterior al de Laodicea y precursor del de Nicea, también se ve claramente que la celebración dominical no solo se da por sentada, sino que la Iglesia ya tiene establecida la norma de obligatoriedad en la asistencia, al menos en Occidente:

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Si alguno de los habitantes de la ciudad no acudiese a la iglesia durante tres domingos, apártesele de la comunión durante algún tiempo para que aparezca reprendido. (Canon XXI del Concilio de Elvira, año 300)

Argumento adventista

Para saber quiénes son los adventistas consulte el apéndice 4 adjunto.

Ellen G. White, principal fundadora del adventismo, no llegó a la conclusión de que el verdadero día sagrado debía ser el sábado estudiando la historia de la Iglesia, sino estudiando la Biblia. Efectivamente, si tomamos la Biblia veremos numerosos pasajes en los que se impone la obligación de celebrar el sabbat en el séptimo día (nuestro actual sábado). Por citar solo uno de ellos veamos uno de los diez mandamientos de la Ley de Dios:

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Observa el día de reposo para santificarlo, como el Señor, tu Dios, te lo ha ordenado. (Deuteronomio 5:12)
Adventistas -logo

Que la Biblia exige el cumplimiento del sabbat en el séptimo día no es nada que no supiéramos ya. La novedad que asume el adventismo, en esto del sabbat y en muchas otras cosas, es que se centra más en el Antiguo Testamento que en el Nuevo. Para los cristianos, los judíos vivían bajo la Ley y los cristianos vivimos bajo la Gracia, por eso muchos preceptos de la ley judía quedaron superados por la muerte y resurrección de Jesús y la apertura de la salvación a todas las naciones. Del mismo modo la Ley de Dios en el Antiguo Testamento deja bien claro que para alcanzar la salvación todos los varones deben ser circuncidados, y también Jesús estaba circuncidado, pero tras la resurrección la circuncisión quedó abolida, y así quedó sancionado en el Concilio de Jerusalén (Hechos 15) y también en las cartas de San Pablo. Igualmente en ese concilio se sancionó la abolición del sabbat. Por tanto, los mismos argumentos que los adventistas dan para justificar que el día sagrado debe seguir siendo el sábado, valdrían para justificar que los cristianos deben seguir circuncidándose (cosa que ellos no hacen). Y esos mismos argumentos sirven también para explicar por qué los adventistas no son cristianos, sino una peculiar mezcla de cristianismo y judaísmo, donde se acepta la divinidad de Jesús pero se mantiene la vigencia de parte de la Ley del Antiguo Testamento casi como si el Nuevo Testamento no fuera eso, un testamento (pacto) Nuevo.

El Concilio fue convocado porque entre los apóstoles había conflicto en cuanto a si los nuevos cristianos debían cumplir la Ley de Moisés o no, especialmente en lo relativo a guardar el sabbat, circuncidarse y cumplir las normas sobre alimentos que pueden y no pueden comerse. La resolución final del concilio fue abolir esas normas y dejar solo esto:

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Que hemos decidido el Espíritu Santo y nosotros no imponeros más cargas que estas necesarias: abstenerse de lo sacrificado a los ídolos, de la sangre, de lo ahogado y de la fornicación. Haréis bien en guardaros de estas cosas. (Hechos, 15:28-29)

Fin del sabbat. Si la señora Ellen G. White, cofundadora del adventismo, se hubiera encontrado con los cristianos del siglo primero o con el mismo San Pablo, les habría explicado a todos pacientemente que estaban haciendo muy mal al celebrar el Día del Señor en domingo en lugar de en sábado «como debe ser». También distinguen, como los judíos, entre alimentos puros e impuros, a pesar de que también la regulación de alimentos quedó derogada en ese concilio bíblico. Para los cristianos, sin embargo, suponer que los apóstoles no entendían bien el cristianismo sería como decir que Buda no acabó nunca de entender bien el budismo. Bien podemos citar estos versículos bíblicos que parecen dirigidos especialmente a los adventistas:

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Por tanto, que nadie se constituya en vuestro juez con respecto a comida o bebida, o en cuanto a día de fiesta, o luna nueva, o día de reposo [sabbat]; cosas que sólo son sombra de lo que ha de venir, pero el cuerpo pertenece a Cristo. (Colosenses 2:16-17)

De todas formas los adventistas creen que cada 5 años el Espíritu Santo guía a su iglesia hacia una mayor comprensión de la Revelación (a través de su congreso mundial), así que bien pudiera ocurrir, como ya ha ocurrido, que las creencias adventistas sigan «evolucionando» y se separen aún más del cristianismo de lo que ya han hecho hasta ahora. Actualmente los adventistas tienen 28 doctrinas fundamentales (hasta hace poco eran 27), y la número 20 hace referencia al sábado. Copio textualmente:

El bondadoso Creador, después de los seis días de la Creación, descansó el séptimo día e instituyó el Sábado para todo el mundo como recordativo de la Creación. El cuarto mandamiento de la inmutable Ley de Dios requiere la observancia de este séptimo día sábado como día de descanso, adoración y ministerio en armonía con las enseñanzas y prácticas de Jesús, el Señor del Sábado. El sábado es un día de agradable comunión con Dios y unos con otros. También es un símbolo de nuestra redención en Cristo, una señal de nuestra santificación, una demostración de nuestra lealtad, y un anticipo de nuestro futuro eterno en el reino de Dios. El sábado es una señal perpetua de su pacto eterno entre Él y su pueblo. La observancia gozosa de este santo tiempo de puesta de sol a puesta de sol o de tarde a tarde, es una celebración de los actos creativo y redentor de Dios.
Jesús recoge espigas en sábado

Note la referencia que hace a Jesús como Señor del Sábado tal como se nos menciona en Mateo:

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En aquel tiempo, Jesús atravesaba unos sembrados y era un día sábado. Como sus discípulos sintieron hambre, comenzaron a arrancar y a comer las espigas. Al ver esto, los fariseos le dijeron: «Mira que tus discípulos hacen lo que no está permitido en sábado». Pero él les respondió: «¿No han leído lo que hizo David, cuando él y sus compañeros tuvieron hambre, cómo entró en la Casa de Dios y comieron los panes de la ofrenda, que no les estaba permitido comer ni a él ni a sus compañeros, sino solamente a los sacerdotes? ¿Y no han leído también en la Ley, que los sacerdotes, en el Templo, violan el descanso del sábado, sin incurrir en falta? Ahora bien, yo les digo que aquí hay alguien más grande que el Templo. Si hubieran comprendido lo que significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios, no condenarían a los inocentes. Porque el Hijo del hombre es señor del sábado. (Mateo 12:1-8)

Se mire como se mire, en este pasaje vemos a Jesús incumpliendo la ley del sábado tal como la imponía el Antiguo Testamento. Si alguien tiene dudas que lea una escena similar en Éxodo, donde dejan bien claro que el sábado no se puede recolectar nada para comer: Éxodo 16:22-30.

Precisamente lo que Jesús está haciendo en esta escena no es proclamar el sábado como el obligatorio día de descanso, sino explicando con qué autoridad se atreve él a romper esa ley, afirmando que como Dios que es, es muy dueño de decidir qué hacer con el sabbat (Dios lo da, Dios lo quita). Y es este uno de los argumentos que la Iglesia primitiva utiliza para justificar que la observancia del sabbat judío quedó derogada por el Nuevo Testamento. Lo que Jesús dice aquí es que incluso bajo la antigua ley, los sacerdotes del templo podían violar el descanso sabático y él, que es mucho más que los sacerdotes (es Dios), con más razón puede violar o derogar esa ley. En el Antiguo Testamento Dios (Yahvé) impuso el sábado, celebrando el día en el que él descansó, y en el Nuevo Testamento Dios (Jesús) deroga el sábado y con su resurrección, santifica el domingo, o ¿qué es más importante, descansar tras crear el mundo o salvarlo con su propio sacrificio?

Pero para ser justos, copiaré aquí la interpretación que un grupo sabatista hace de este pasaje:

En la Torá de Elohim se establece que el Rey de Israel, tiene que escribir dos rollos de la Torá de Elohim, para que uno de ellos siempre acompañe al Rey, de esta manera el Rey nunca se desvíe de la Torá de Elohim, porque aunque él era Rey eso no quería decir nunca que él estaba sobre la Torá, en la mente de Israel la autoridad máxima tiene mayor responsabilidad de conducirse según la Torá de Elohim para poder no solo legislar sino dirigir al pueblo según la misma Torá, a la cual él también está sujeto y con mayor responsabilidad por su liderazgo, así que SM Yeshua dijera que él era el Señor del Sábado, eso no quiere decir en ninguna manera que el tiene autoridad para violarlo, sino todo lo contrario. Y esa autoridad le valía para legislar como guardarlo, que ese era el caso que se estaba tratando. Pero en la mente occidental, en donde impera la mentalidad griega, las autoridades de una nación están por sobre la Torá misma, por eso hay tanta corrupción, porque no solo los líderes no respetan las leyes, sino también todos sus amigos, que por ser amigos del líder están absueltos de la ley. Por eso es comprensible que alguien interprete que por ser SM Yeshua el Señor de Sábado, no solo SM Yeshua no tenía porque observarlo sino también todos los que son sus seguidores, este tipo de interpretaciones más pareciera ser sacadas de los comentarios bíblicos de Alí ba Bá y sus cuarenta ladrones (es una broma).

Este comentarista se olvida de una cosa muy importante. Jesús no dice que él es como un rey, y por tanto se encuentra sometido a la Torá (la Ley del Antiguo Testamento) al igual que los reyes. Lo que Jesús dice es que él es Dios, el Señor del sábado, el legislador mismo, y por tanto se encuentra por encima de la Ley, con poder para cambiarla si esa es su voluntad. De lo contrario la Ley sería una especie de fuerza cósmica eterna y superior a Dios mismo, y por tanto Dios no sería omnipotente, sino que estaría limitado por la Ley.

Creación

También dicen los adventistas que el descanso sabático fue instituido por Dios en el Jardín del Edén, cuando al séptimo día descansó. Pero en ningún sitio vemos que el sabbat estuviera vigente desde el principio de los tiempos, pues ni Adán ni Noé ni Abraham lo practicaron. La primera vez que aparece esta ley es cuando Dios le entrega a Moisés las Tablas de la Ley para gobernar al pueblo de Israel. Así dice Dios cuando entrega a Moisés la Torá:

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Moisés subió a encontrarse con Dios. El Señor lo llamó desde la montaña y le dijo: "Habla en estos términos a la casa de Jacob y anuncia este mensaje a los israelitas..." (Éxodo 19:3)

Yahvé mismo es muy claro al decir a quién vincula el descanso del séptimo día:

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Guardarán, pues, el día de reposo los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo. Señal es para siempre entre Mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó. (Éxodo 31:16-17)

Se le ordena a Israel descansar el séptimo día en imitación a lo que Dios hizo tras crear el mundo, pero cuando promulga esa ley, Yahvéh mismo explica por qué los israelitas tienen que cumplir con la ley del sabbat:

[

Recuerda que fuiste esclavo en Egipto, y que el Señor te hizo salir de allí con el poder de su mano y la fuerza de su brazo. Por eso el Señor, tu Dios, te manda celebrar el día sábado. (Deuteronomio 5:15)

En esta explicación que hace Dios se refuerza aún más la idea de que esta ley está pensada expresamente para los israelitas. Parece que Dios instituyó el sábado con ellos no tanto para recordar la creación como para que los israelitas recordasen eternamente que fue Dios quien les liberó de la esclavitud y por ello qué menos que consagrarle un día.

Cuando Dios hizo un pacto con Abraham le ordenó la circuncisión de los varones, cuando hizo un nuevo pacto con todo Israel le ordenó el descanso del séptimo día, y cuando hizo un nuevo pacto con la humanidad entera, el conocido como Nuevo Testamento (o «nuevo pacto»), la nueva señal fue el bautismo y el día de adoración se trasladó al domingo, y así lo vemos reflejado en la Biblia cristiana.

El sabbat en el Nuevo Testamento

San Pablo
San Pablo

Si examinamos el tema del sabbat –como descanso– dentro del Nuevo Testamento veremos que de los diez mandamientos enumerados en Éxodo 20:1-17, sólo nueve fueron reformulados en el Nuevo Testamento: Mateo 19:17-19: «Jesús le dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo.» otro se añade en Romanos 13:9: «…No codiciarás,…» En otros pasajes se nos reafirman los demás mandamientos. El único mandamiento que no fue nunca reafirmado fue el relacionado al Sabbat o día de reposo.

San Pablo relativiza el cumplimiento del sabbat y deja libertad a los cristianos para que lo cumplan o no:

[

Unos tienen preferencia por algunos días, mientras que para otros, todos los días son iguales. Que cada uno se atenga a su propio juicio. El que distingue un día de otro lo hace en honor del Señor; y el que come, también lo hace en honor del Señor, puesto que da gracias a Dios; del mismo modo, el que se abstiene lo hace en honor del Señor, y también da gracias a Dios. (Romanos 14:5-6)

Esto demuestra que aunque los cristianos se reunían el domingo a celebrar la eucaristía, no por ello se consideraba al domingo como un nuevo sabbat. Sin embargo también vemos a un Pablo menos comprensivo con la celebración sabática:

[

Pero ahora que conocen a Dios—o más bien que Dios los conoce a ustedes—, ¿cómo es que quieren regresar a esos principios ineficaces y sin valor? ¿Quieren volver a ser esclavos de ellos? ¡Ustedes siguen guardando los días de fiesta, meses, estaciones y años! (Gálatas 4:9-10)

El sabbat fue dado a Israel y no a la iglesia. El sabbat sigue siendo sábado, no domingo y jamás ha sido cambiado. Pero el sabbat es parte de la Ley del Antiguo Testamento y los cristianos son libres de la carga de la Ley (Gálatas 4:1-26; Romanos 6:14). La observancia del sabbat no es requerida a los cristianos – (sea sábado o domingo). El primer día de la semana, domingo, el día del Señor (Apocalipsis 1:10), celebra la Nueva Creación, con Cristo como nuestra Cabeza resucitada.

Conclusión

Defender que los cristianos deberían celebrar su día sagrado en sábado, tal como defienden los adventistas, es simplemente un error sin base histórica ni teológica.

Por otra parte, afirmar que «el domingo es una fiesta pagana robada por los cristianos«, tal como afirma Dan Brown en su novela «El Código Da Vinci», es solamente una muestra más del desprecio a la verdad que impregna todo el libro, pues el domingo nunca fue una fiesta pagana ni día de descanso hasta que Constantino declaró no laborable el día que los cristianos habían consagrado a Dios.

La evidencia bíblica muestra que desde el instante en que Jesús resucitó, la observancia del sabbat quedó prescrita y que los primeros cristianos se reunían para celebrar la eucaristía en domingo. Gracias al decreto de Constantino, el día cristiano de adoración se convirtió en día festivo y eso hizo posible que la Iglesia, pocos años después, declarara el domingo como día de adoración y descanso, similar al sabbat judío pero al mismo tiempo muy diferente, pues no se trabaja (a menos que sea necesario) pero tampoco se prohíbe todo tipo de esfuerzo.

Si quiere más información sobre algunos puntos claves tocados aquí, vaya a los apéndices: Apéndices sobre este artículo.

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36 respuestas a “Adventistas, Constantino y la elección del domingo”

  1. Avatar de William
    William

    Saludos desde la ciudad de Guatemala, mi nombre es William y tengo dos inquietudes, la primera es los primeros cuatro mandamientos se refiere a lo que Dios espera de nostros en obediencia, y los otros seis son para convivencia entre los hombres.
    Y la segunda es, en Isaias 66:23 describe que seguirá el sábado.

    Espero me aclaren estas dudas, gracias.

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    1. Avatar de Christian M. Valparaíso

      Al dividirlos entre 4 y 6 me imagino que eres protestante. En un próximo artículo hablaremos de los mandamientos, cómo están redactados en sus dos versiones, por qué no es fácil dividirlos en 10 y por qué la división que siempre ha mantenido la Iglesia Católica es la más correcta, y también por qué los protestantes decidieron dividirlos de otra manera. Según la división de nuestra Iglesia los 3 primeros son en obediencia a Dios y los 7 siguientes para convivencia entre los hombres.

      En cuanto a Isaías 66:23, el profeta no habla del «sábado» en el sentido moderno, sino del «sabbath», que significa «descanso» y era el séptimo día de la semana para los judíos. Pues bien, los cristianos seguimos adorando a Dios especialmente el día del descanso, que es el séptimo día de la semana, o sea, el domingo, que significa «domenicus dei» o día del Señor. Los judíos, los adventistas y algunos más consideran que el séptimo día de descanso es el sábado, que para los hablantes de inglés sería «Saturday», es decir, «el día de Saturno». Para nosotros los cristianos Cristo fue realmente un antes y un después, trajo una nueva alianza y con su resurrección el domingo marcó un nuevo comienzo, por eso el día especial de adoración se trasladó al domingo y por eso, por lo que te he explicado al día, las palabras de Isaías pudieron seguir siendo exactas, pues los cristianos seguimos adorando a Dios en el séptimo día, en el día que descansamos.

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  2. Avatar de mía
    mía

    Hermanos en Cristo, a los llamados a ser salvos por la gracia que Cristo nos regaló a través de su Santísima sangre, derramada para pagar nuestra deuda con el pecado. Ya «que la paga del pecado es muerte».
    El tema de la verdadera adoración es sencilla, como la Palabra de Dios. La cuestión está en si adararemos al Dios Creador, el Séptimo Dia de la semana, Santificado y Bendecido por el musno, YO SOY, ADONAI, JAHVÉ tal y como ordenó a Adán y Eva ( y en el Edén no había judíos). El Séptimo Dia fue creado para el descanso del hombre, Jesús dijo que el Sábado fue hecho para el Hombre y que Ęl , es el Señor del Sabado. Cierto, ya que fue Cristo el creador del Sabado. Por cierto. El Sábado es un monumento a la Creacion para que nunca nos olvidemos de que Él es el Creador y nosotros las criaturas o si por el contrario, adoraremos en el primer día de la semana , , , ,Domingo, día no Bendecido ni Santificado por Dios , porque así lo decidieron hombres, primero el emperador Constantino, pasando el paganismo del Imperio Romano a la humilde Iglesia de Cristo y después sus herederos porque no han rectificado el enorme ultraje.
    Viene una gran controversia : o adoramos al Creador o adoramos a el hombre . Ver Apocalipsis 14: 6 – al final
    Que el Señor nos de entendimiento, humildad y respeto a su Majestad en los cielos .

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    1. Avatar de Christian M. Valparaíso

      Estimada Mía, los datos que se dan en este artículo bien muestran entre otras cosas que Constantino no fue el creador del Domingo, pues los cristianos llevaban ya más de dos siglos santificando el domingo, y si el lunes es el primer día de la semana, el domingo es el séptimo día. Después de todo el «Sabath» es el día de descanso, y si decimos que el martes será el sabath, pues el martes sería. Pero no fue el hombre quien santificó el domingo como séptimo día, fue Dios mismo con su Resurrección quien lo hizo. Si usted no lo ve así, está en su derecho de hacerlo, pero para ello tiene que contradecir al cristianismo primitivo. No obstante, y se lo digo a título personal solamente, supongo que Dios dará más importancia al hecho de que usted le santifique un día de la semana que al hecho de que ese día sea el sábado, el domingo o el miércoles (no todo el mundo tiene libertad para elegir qué día tiene libre para descansar y adorar). Un saludo

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  3. Avatar de Marta
    Marta

    Disculpa mi pregunta .
    Y pido disculpas pues ,lo que voy a preguntar puede sonar hereje o acusar mi falta de conocimiento .
    Es que los judios ortodoxos creen que efectivamente Dios es quien dicto la ley , y los judios mas conservadores creen que en realidad es un conjunto de textos recogidos de su tradicion oral y a si fue escrito la tora, y por supuesto los diez mandamientos .
    Cuando leemos en el libro del génesis que Dios creo el mundo en 6 días y descanso el séptimo , sabemos que estamos leyendo un libro lleno de mataforas y que fue escrito por alguien mas , no precisamente por Moisés .
    ¿Entonces el asunto del sábado , no tendría que ser algo tan estricto y el foco de tantas discuciones religiosas ?
    Se que con esto no faltara quien diga que estoy rebajando el resto de los mandamientos , y les aseguro que no es así .
    Espero haberme echo entender , y no mal entender .
    Un saludo .

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    1. Avatar de Christian M. Valparaíso

      Hola Marta. No te disculpes nunca por hacer preguntas, una pregunta nunca es herética, lo único que puede ser herético es la respuesta, y preguntar es la mejor forma de buscar la verdad, así que tu pregunta es bienvenida.

      El modo de ver las cosas de los judíos conservadores y liberales es en ambos casos correcto y a la vez equivocado. Me explico. Los diez mandamientos y el resto de leyes descritas en Éxodo y Deuteronomio son leyes que vienen de Dios, pero no fue Dios quien las escribió ni quien las dictó, sino quien las inspiró, que es muy diferente. Que Dios las inspiró significa que él puso la idea en la mente del escritor, y que se aseguró de que esa idea fuese expresada de forma correcta; por lo demás, la manera de expresarlo es cosa del escriba. Pero es muy posible que los Diez Mandamientos sean la única excepción bíblica de lo que te acabo de decir, pues según la Biblia, las tablas de la Ley fueron escritas por Dios o dictadas por él, así que en la redacción del Decálogo son las palabras de Dios lo que leemos. En el resto leemos palabras de hombres expresando ideas de Dios. En ese sentido, si decimos que tal libro fue escrito por tal autor, lo decimos porque así lo pensaban antes, aunque si ahora, con mejores datos, decimos que no fue Moisés o Juan o Isaías el autor de tal fragmento, eso en realidad ya no es importante, lo importante es que todo lo que está escrito en la Biblia ha sido inspirado por Dios. Por eso, si por ejemplo el Génesis lo escribió Moisés o no, o si lo que cuenta son metáforas o no, el resultado es el mismo: ese libro transmite unas enseñanzas y verdades religiosas que vienen de Dios. Casi todos los protestantes piensan lo mismo que te acabo de decir. Si quieres ampliar esta idea puedes leer esto: https://apologia21.com/2012/09/18/la-biblia-palabra-de-dios/

      Está claro que cuando se habla de que Dios creó el mundo en «seis días» y el «séptimo» descansó es una metáfora, así que en mi opinión, igual que tú, estoy de acuerdo que no tiene sentido darle tantas vueltas al asunto de si el día de descanso debe de ser el sábado o el domingo, lo importante es que obedezcamos el mandamiento de «santificarás las fiestas» y dediquemos un día semanal a Dios. Los judíos interpretaron que ese séptimo día era el sábado (pues ellos empezaban a contar la semana el domingo, no el lunes como nosotros) pero eso es un asunto cultural y no religioso. Si los cristianos decidieron dedicarle a Dios el domingo, día de su resurrección, es por motivos emocionales, pero puesto que nosotros empezamos la semana en lunes, en realidad también estamos dedicando a Dios el séptimo día, aunque eso es lo de menos. El “sabath” en sí como un día no de descanso sino de parálisis, fue abolido por Jesús, como explicamos en el artículo.

      En realidad esta discusión no es una discusión importante dentro del cristianismo, pues los únicos que cuestionan la elección del domingo son los adventistas y poco más, que en realidad ni siquiera son cristianos propiamente dichos, sino paraprotestantes (una religión surgida del protestantismo pero que se aleja de las raíces cristianas). Los adventistas han vuelto sus ojos al Antiguo Testamento con tanta intensidad que podrían ser considerados una religión a caballo entre el cristianismo y el judaísmo, pero sin ser ni lo uno ni lo otro.

      Así que, respondiendo directamente a tu pregunta: Los Diez Mandamientos han de cumplirse sí o sí. Con Jesús el sabath quedó derogado pero la orden de santificar las fiestas no, así que sábado o no, había que elegir un día para dedicarlo al Señor. Que ese día sea sábado o domingo o miércoles da igual desde el punto de vista religioso cristiano (pero no desde el punto de vista emotivo). Discutir sobre qué día hay que dedicar a Dios es una discusión interesante pero sin relevancia religiosa. Aunque para los adventistas esto parece ser un asunto de enorme importancia, pero para los cristianos no, ya zanjamos ese asunto hace 2000 años.

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      1. Avatar de Marta
        Marta

        Gracias y muchas gracias .
        A veces me siento un poco mal llegando a conclusiones propias y se corre el riesgo de perder el camino .
        Por eso agradesco el espacio para poder consultar y a si quedarme mas tranquila .

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      2. Avatar de Christian M. Valparaíso

        Sabia postura. Es peligroso llegar a conclusiones propias sin asesoramiento, pues a menos que uno tenga una enorme formación en teología y exégesis, es muy fácil llegar a conclusiones equivocadas. Preguntar es siempre una muy buena opción. Encantados de ayudarte.

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  4. Avatar de Juan
    Juan

    Cuando dices «En la Biblia, el último sabbat que guardaron los cristianos fue cuando Jesús estaba en el sepulcro» introduces varias imprecisiones, de las cuales sólo mencionaré dos:

    – Los apóstoles no eran cristianos ni lo fueron nunca. Desde su nacimiento hasta su muerte fueron judíos, ya que el cristianismo como tal apareció varios siglos después. Cuando dices que ellos eran cristianos induces a creer que ellos en algún momento dejaron de ser judíos o se apartaron de sus creencias básicas. Posteriormente sí decidieron según lo registran los evangelios, dejar de exigir la observancia de algunas prácticas judías a los nuevos creyentes, pero entre tales acepciones sólo se menciona la circuncisión o cuestiones rituales, no su día de reposo, fiestas o doctrinas fundamentales. Aún con esos cambios, no se registra que ellos hayan dejado de practicar sus respectivos ritos judíos, sólo que lo dejaron de exigir a los nuevos creyentes.

    – Varios apóstoles fueron juzgados en tribunales civiles/religiosos por sus mismos congéneres judíos por predicar las enseñanzas de Jesús. Entre las acusaciones que les hicieron no hay una sola acusación en contra del día de reposo que ellos guardaban. Puesto que eran judíos juzgando a apóstoles judíos por el hecho de no ser lo «suficientemente judíos» según la ley, si los apóstoles hubieran empezado a guardar como reposo algún otro día diferente del shabbat judío, esta hubiera sido una más de las acusaciones contra ellos, pues el descanso es un asunto doctrinal para ellos al igual que lo era la cuestión mesiánica por la cual los acusaban entre otras cosas. La ausencia de esta acusación demuestra que por ese lado no había por donde acusarlos, o lo habrían usado también en contra de ellos.

    – Jesús resucitó y pasó 40 días con sus discípulos antes de ascender definitivamente. Las menciones de este periodo son breves en los 4 evangelios, pero aún así jamás se menciona a Jesús adorando un día diferente al que lo solía hacer antes de morir o indicar a sus discípulos la adoración de un distinto día al que sus tradiciones religiosas judías les indicaban.

    Decir que los apóstoles guardaron como último sabbat el del sepulcro es desconocer que en los evangelios Paulinos, de Pedro y Juan también se menciona que los apóstoles seguían asistiendo a la sinagoga o guardando el sábado como era costumbre por su judaísmo (habiendo ascendido Jesús hace años)

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    1. Avatar de Christian

      Tiene su lógica lo que expones pero no lo comparto. Frente a ese razonamiento que haces sobre motivos indirectos para suponer que los apóstoles seguían considerando el sabat como día sagrado de descanso, en este artículo ofrecemos citas y datos que muestran lo contrario. Si embargo no me parece incompatible con ello la idea de que al menos en suelo Palestino siguieran respetando el sabat a nivel formal, al igual que mis vecinos musulmanes trabajan el viernes y descansan el domingo, no porque consideren el domingo su día sagrado de descanso sino porque se tienen que adaptar al ritmo laboral de la sociedad en la que viven, y en el caso de los apóstoles en Palestina pues más aún, que era asunto serio el no hacerlo. Toda Palestina se paralizaba el sábado, otra cosa es que ellos considerasen ese su día sagrado. Como decimos, tampoco es exactamente que el sabat se trasladase al domingo, sino más bien que el sabat queda derogado en cuanto a tal.

      Cuando digo que los apóstoles eran cristianos no digo ninguna barbaridad, aunque en un primer momento todavía no se hubiese acuñado el término, pero el cristianismo no es una religión que aparece nueva de repente, es un paso más e el desarrollo del judaísmo al igual que hubo antes muchos pasos, por lo tanto no hay que dejar de ser judío para pasarse a otra religión, sino que unos judíos dieron ese paso y otros no. Es posteriormente cuando se empezó a considerar que aquellos que habían entrado en el nuevo pacto eran «cristianos», por aceptar el pacto de Cristo, y los que no lo aceptaron siguieron llamándose «judíos». Puesto que los apóstoles aceptaron el nuevo pacto mesiánico incluso antes de la muerte de Jesús, podemos decir con total propiedad que los apóstoles eran cristianos y no judíos, aunque en ese momento ellos mismos se considerarían simplemente judíos que eran conscientes de que el Mesías había llegado, mientras que otros judíos no lo aceptaban. De igual modo, estirando un poco más las cosas pero con la misma lógica, podríamos considerar que los auténticos judíos somos los cristianos, pues los judíos llevaban siglos esperando la llegada del Mesías y cuando éste vino parte de ellos no creyeron en él así que quedaron fuera del pacto. El hecho de que esta segunda interpretación parezca surrealista se debe solo a la fuerte asociación que se hace entre judío-raza y judío-religión, pero esa conexión se rompió con la Diáspora de Babilonia y más aún con la romana, hasta el punto de que los judíos de hoy tienen poco de su antigua raza.

      Por último dices que jamás se menciona a Jesús adorando un día distinto al de sus tradiciones religiosas en los 40 días tras su resurrección. En realidad de esos 40 días no se menciona casi nada, solo unas cuantas apariciones y varios comentarios vagos. Hay muchísimas cosas que la Biblia no cuenta, y si quieres llenar esos huecos tiene mucho más sentido acudir a la Tradición, que es la memoria viva transmitida, que especular o imaginar la información que no está. Sobre que los apóstoles seguían asistiendo a la sinagoga tras la Ascensión, ya lo contamos en el artículo y explicamos el asunto.

      Lo que dices tiene sentido y está bien razonado, pero creo que la argumentación y los datos que damos en el artículo son más fuertes y convincentes.

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  5. Avatar de Juan Pablo
    Juan Pablo

    Sólo quería poner un comentario Christian. Según tengo entendido y por lo que he leído, San Ignacio de Antioquía si que conoció a San Pablo y San Juan y de hecho fue instruido por ellos. En sus cartas se encuentran numerosas citas literales de los evangelios Sinópticos. Un saludo y felicidades por el artículo

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  6. Avatar de Michelle Beltran

    DIOS ES LO MAS GRANDE

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  7. Avatar de Sergio
    Sergio

    Una persona que no lea la Biblia y no entienda las cartas de Pablo, se cree todo lo que dice el escritor de este articulo, tengan cuidado. Cordial saludo.

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    1. Avatar de Christian

      Entonces debes creer que durante todos estos siglos ni católicos ni ortodoxos ni protestantes han leído la Biblia ni han entendido las cartas de Pablo. Es una suerte que llegárais vosotros y por fin lo entendiérais todo 🙂

      Perdona la ironía Sergio

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