La falacia de la Sola Scriptura (o el absurdo de que Jesús es el Anticristo)


Sola ScripturaLos protestantes utilizan la Sola Scriptura para elaborar sus creencias, o sea, creen que la Biblia se explica a sí misma y no hace falta nada más. En este artículo vamos a utilizar esa misma metodología para demostrar que cuando se renuncia a la Tradición apostólica, podemos llegar al absurdo aún sin salirnos de la Biblia. De este modo podemos defender doctrinas que son tan bíblicas como falsas.

 Vamos a usar como ejemplo la interpretación del pasaje de la Gran Ramera de Babilonia descrita en el Apocalipsis (capítulo 17), en donde se describe al Anticristo. Muchos protestantes estudian este capítulo y creen que demuestra con claridad que el Anticristo es el papa. Nosotros estudiaremos ese mismo capítulo para demostrar con mayor claridad aún la tontería de que el Anticristo es ni más ni menos que Jesús. Si una técnica de análisis nos permite demostrar lo imposible, que Cristo es el Anticristo, entonces es porque esa técnica no resulta fiable y debe ser abandonada. Empecemos aclarando en qué consiste la doctrina de la sola scriptura, que es uno de los pilares básicos sobre los que se funda el protestantismo:

“Sola scriptura” enseña que solo la Biblia es la palabra de Dios autoritativa e inspirada, es decir, la única fuente de doctrina cristiana, y que es accesible para todos, es decir, que es capaz de ser entendida con claridad, y se puede autointerpretar por medio de ella misma. El decir que la Biblia no necesita interpretación fuera de ella misma es una idea que se opone directamente a las enseñanzas tradicionales de la Iglesia ortodoxa, las antiguas iglesias orientales ortodoxas, la Iglesia copta, el anglo-catolicismo y la Iglesia católica, las cuales enseñan que la Biblia sólo puede ser interpretada fielmente por medio de la tradición apostólica. (Wikipedia)

Este artículo es continuación de EL APOCALIPSIS: La Gran Ramera de Babilonia y el papa, donde rebatíamos los argumentos protestantes que señalan que el papa es la Gran Ramera del Apocalipsis, el Anticristo.

TONTERÍA Nº 1: JESÚS DE NAZARET NO ES EL MESÍAS SINO LA BESTIA DEL APOCALIPSIS

anticristo-Para que esta afirmación resulte sólida debemos demostrar solo con la Biblia varias cosas:

1- Jesús de Nazaret fue un hombre malvado
2- Toda la simbología de la Bestia del Apocalipsis describe con exactitud a Jesús de Nazaret
3- El número de la Bestia, el 666, es el nombre clave de Jesús
4- La Gran Babilonia donde mora el Anticristo no puede ser Roma, sino Jerusalén
5- Tiene que existir un reducto de fieles, la verdadera Iglesia, que no se ha dejado engañar por Jesús y saben perfectamente que él es el enviado de Satanás, el Enemigo de Dios, el Anticristo.

Demostrar todas estas cosas, y con la Biblia en la mano, parece tarea imposible, pero para ello contamos con un aliado inestimable: la doctrina de la sola scriptura nos permitirá torcer y retorcer todo a nuestro antojo con la única condición de que tengamos inteligencia y datos suficientes como para encontrar el razonamiento y las conexiones que nos permitan llegar a una conclusión que nosotros ya hemos decidido antes incluso de empezar a estudiar los textos bíblicos. Las herramientas que los protestantes (especialmente los evangélicos y más aún los paraprotestantes) suelen usar para sus argumentos son principalmente estas:

  1. La sola scriptura: Para entender la Biblia solo podemos analizar la Biblia, las creencias de la Iglesia primitiva no pueden interferir en nuestros razonamientos para aclarar el significado de una frase o texto.
  2. Basta con citar una frase o fragmento: Para demostrar una doctrina normalmente basta con tomar una o varias frases, o un fragmento de frase, que exprese con claridad la enseñanza que queremos demostrar. Mostrar todo el contexto que rodea a ese fragmento no suele ser necesario, sobre todo si nos dirigimos a personas que no son expertos bíblicos.
  3. La mejor traducción es la que mejor se adapta a nuestra doctrina: Si una frase se puede traducir de varias maneras, elegiremos la traducción que expresa mejor lo que queremos demostrar, y rechazaremos cualquier otra traducción que ponga en duda nuestra idea, por probable que pueda ser.

AntiChristPor supuesto, hay expertos bíblicos protestantes más serios, pero en el día a día, la mayoría de los debates y argumentos protestantes funcionan con estas tres herramientas usadas de forma bastante simple, y para el católico que no conoce bien la Biblia y la Tradición, con ello basta para dar una apariencia de erudición sólida e indiscutible, suficiente para parecer consistente. Así que hagamos lo mismo que ellos y demostremos por qué Jesús es el Anticristo, aunque la Iglesia Católica diga lo contrario.

Partimos de la premisa de que Jesús es la Bestia, ya solo nos falta darle vueltas y más vueltas a la cabeza y a versículos bíblicos por aquí y por allá hasta conseguir un puzle de fragmentos que puedan encajar de la forma deseada. ¿Lo lograremos? Observando las miles de contradictorias doctrinas protestantes que pueblan el universo, las probabilidades de que también nosotros consigamos demostrar algo absurdo no deben ser pocas. Empecemos ya la tarea.

Nota: este artículo no pretende demostrar que todos los protestantes son gente estúpida o malvada, solamente que su metodología puede fácilmente llegar a conclusiones equivocadas, como por ejemplo su famosa interpretación de que el papa de Roma es la Gran Ramera del Apocalipsis. Ni que decir tiene que nosotros mismos podríamos explicar por qué todos los argumentos que vamos a dar son incorrectos, pero para eso tendríamos que utilizar en muchos casos la metodología católica, y no la protestante.

¡Que empiece la farsa!

JESÚS DE NAZARET, FALSO PROFETA Y MALVADO

Jesús fuego 2En la Biblia encontramos multitud de citas, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, que demuestran que ese hombre impostor llamado Jesús de Nazaret, el que predicó la falsa doctrina, atacó la santa Ley de Dios y blasfemó contra el Altísimo diciendo que él era el mismo Dios, fue en realidad un falso profeta, el antimesías (en griego: anti-Christos) anunciado por las Sagradas Escrituras. Por no abrumar al lector mencionaremos solo algunos ejemplos.

Hijos míos, vosotros sois de Dios y habéis vencido a esos falsos profetas, porque aquel que está en vosotros es más grande que el que está en el mundo. (1 Juan 4:4)

Juan nos está diciendo que el verdadero Dios es el que está “en nosotros”, en tu corazón, y no el Jesús que vino al mundo, el impostor. La Biblia nos anuncia en muchas profecías que un día vendrá el Mesías (en griego: el Cristo) y liberará a su pueblo, le traerá la justicia, la libertad, la paz y la prosperidad. Quitará el yugo de la dominación extranjera e Israel pasará a dominar a las naciones extranjeras. ¿Ha cumplido Jesús esas profecías?

También nos anuncia la Biblia que vendrá un Anticristo que dirá, “Yo soy el Mesías”, y engañará a mucha gente y les hará caer en el error. El Mesías vendrá de Dios, el Anticristo de Satanás. Está claro que el Mesías aún no ha llegado, Israel todavía lucha por la paz, y desde luego está muy lejos de dominar a las potencias extranjeras. Pero el Anticristo sí que llegó. Solo un hombre ha cumplido todas las profecías sobre el Anticristo, y ese hombre es Jesús de Nazaret. Con su llegada no solo no liberó a su pueblo ni le hizo dominar a todas las naciones, sino que consiguió todo lo contrario. Sus falsas doctrinas contaminaron al pueblo, trayendo conflicto y guerra hasta lograr que poco después de ser ajusticiado Israel fuera aplastado y exiliado, el Templo destruido y Jerusalén arrasada. Anunció que traería la guerra y la espada, y lo cumplió, dividiendo a la comunidad judía desde dentro y atrayendo la la espadadevastadora ira de Roma sobre todos ellos.

No penséis que he venido a traer paz a la tierra. No he venido a traer paz, sino espada. Sí, he venido a enfrentar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; y enemigos de cada cual serán los que conviven con él. (Mateo 10:34-36)

Tal como se anunció para el Anticristo (en Daniel y el Apocalipsis), Jesús “tenía nombres blasfemos escritos en su frente”, pues él se atrevió a ofender al Altísimo diciendo nada menos que él mismo era Dios y que era el Cristo, y el Rey de Israel, por eso clavaron los romanos en su frente la corona de espinas como símbolo de sus falsos títulos.

El enemigo que se alza orgulloso contra todo lo que es divino o digno de adoración, hasta el punto de llegar a suplantar a Dios y hacerse pasar a sí mismo por Dios. (2 Tesalonicenses 2:4)

Y este falso profeta blasfemó y predicó su falsa doctrina durante tres años y medio. ¿Sabe cuántos meses son tres años y medio? Haga la cuenta.

Se le permitió a la bestia proferir bravatas y blasfemias, y se le concedió autorización para actuar durante cuarenta y dos meses. (Apocalipsis 13:5)

Desafió al Templo, a los sacerdotes y a la Ley de Moisés, y con sus maldades y mentiras logró engañar a muchos, tal como nos dicen las profecías. Y también cumplió las profecías que nos decían que el falso mesías sería capaz de hacer portentos, milagros que convencerían a muchos. Otros falsos profetas en Israel intentaron convencer a la gente de que ellos eran el mesías esperado, pero solo Jesús hizo grandes milagros, y luego, en su nombre, sus apóstoles.

Con esos prodigios que se le había permitido hacer en presencia de la Bestia, engañaba a los habitantes de la tierra animándolos a erigir una imagen en honor de aquella Bestia que estuvo herida de muerte y revivió. (Apocalipsis 13-14)

desciende fuegoSupongo que no hace falta explicar quién es esa Bestia que fue mortalmente herida pero que después resucitó. Uno de esos prodigios en concreto aparece mencionado en el Apocalipsis, cuando usaba su poder para engañar al pueblo:

Realizaba prodigios formidables, como hacer bajar fuego del cielo a la tierra a la vista de la gente. (Apocalipsis 13:13)

Compare con lo que Jesús mismo dijo:

Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo! (Lucas 12:49)

Así que según la Biblia no solo era un falso profeta, era el Anticristo, y su engaño perdura hasta hoy, aunque Mateo nos habla de que habrá más de uno, con lo que tal vez en el futuro veremos a otro Jesús engañoso realizar también grandes milagros (¿a alguien le suena la Segunda Venida de Jesús?)

Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. (Mateo 24:24)

El mismo Juan nos advierte de que será “uno de nosotros”, o sea, nacido del pueblo judío, pero que apostará de esa fe, rechazándola y cambiando las doctrinas:

Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros. (1 Juan 2:19)

Por ello, voy a poner en tus manos a los de la sinagoga de Satanás, a esos que se precian de judíos, pero mienten, porque no lo son. Voy a hacer que se postren a tus pies (Apocalipsis 3:9)

Y escuchemos la profecía de Daniel sobre este Anticristo:

Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el Desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el Desolador. (Daniel 9:27)

La Última CenaEl jueves es el día situado en la mitad de la semana judía. En un jueves celebró Jesús la llamada Última Cena. En esa cena realizó una ceremonia que supuso un pacto con sus acólitos, y junto con su muerte al día siguiente, puso fin entre sus seguidores a los sacrificios y ofrendas del Templo, que habían sido ordenados por Dios. Según afirman sus seguidores, la muerte de Jesús fue “El sacrificio último, el que puso fin a todo sacrificio”. Otra gran artimaña del Engañador para lograr apartar a muchos judíos del verdadero culto a Dios. El Jueves les explicó lo que su muerte significaba, y sus seguidores quedaron convencidos de que a partir de ese momento bastaba con comer pan y ya no haría falta hacer sacrificios en el Templo. Así logró Jesús su última victoria y consiguió que su muerte, en vez de ser el fin de su secta blasfema, se convirtiese en un triunfo al lograr apartar a sus seguidores de la verdadera adoración a Dios.

Esa Iglesia que él fundó se encargó de completar en su nombre todas las profecías sobre el Anticristo. Llevó al pueblo a la idolatría y se extendió a sangre y fuego por toda la tierra, dominando a naciones enteras y asesinando a todo aquel que rechazaba adorar al falso mesías.

Blasfemará contra el Altísimo, perseguirá a los santos del Altísimo y tratará de cambiar las fiestas y la Ley (Daniel 7:25)

A partir de Jesús, los santos del Altísimo (el Pueblo de Dios, los judíos) serán perseguidos y desterrados por todas las naciones de la cristiandad, la Ley de Moisés será sustituida por la Nueva Alianza, y las fiestas religiosas instauradas por Dios olvidadas y sustituidas por un montón de nuevas fiestas inventadas por el hombre (Navidad, Semana Santa, los Santos, las Candelas, la Asunción, etc.), ni una de ellas instaurada en la Biblia.

LA GRAN RAMERA DE BABILONIA

Prostituta de BabiloniaEl Apocalipsis nos habla en el capítulo 17 de la Gran Ramera de Babilonia, montada sobre una bestia de 7 cabezas. Esa imagen representa al Anticristo. En el artículo anterior (ver aquí) veíamos cómo muchos creen que la Gran Ramera representa al papa, pero en esa identificación hay muchas ambigüedades y lagunas. Mejor vamos ahora a ver si dicha descripción coincide con lo que sabemos de Jesús. Si lo desea puede leer ese capítulo del Apocalipsis completo aquí (capítulo 17: La Gran Ramera) aunque no es necesario, analizaremos los detalles que Juan nos da sobre quién es esa Ramera, versículo a versículo.

Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas; con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación. (v. 1)

En el Apocalipsis la sentencia sobre esta Ramera es la muerte, la destrucción (tal como se narra en el capítulo 18). La sentencia sobre Jesús fue la misma, la muerte. En la Biblia “fornicar” es idolatrar. Es evidente que en estos 20 siglos los reyes de la tierra y la gente, siguiendo su falsa doctrina, han cometido idolatría al adorar como dios a un hombre, cuando la Biblia dice claro que “solo al Señor tu Dios adorarás y solo a él servirás” (Éxodo 20:2-3). Y esa idolatría la han realizado también “embriagándose con el vino de su idolatría”, o sea, el vino (y el pan) de la comunión que sus seguidores realizan en su memoria. Más idólatras aún son los de la secta católica, que dicen que ese pan y vino son el mismo Dios, sacudiendo los cielos con su blasfemia.

Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos. (v.3)

Jesús entre candelabrosLa bestia llena de nombres de blasfemia hace referencia a las continuas blasfemias que salían de labios de Jesús, como ya vimos antes. La peor de todas decir que él era Dios, que podía perdonar los pecados y que solo a través de él podían hallarse la salvación. 7 es el número de la divinidad y 7 son los espíritus de Dios citados por Isaías (y por Apocalipsis ) y reflejados en los 7 brazos de la Menoráh (el candelabro de 7 brazos del Templo):

Y reposará sobre él el Espíritu del SEÑOR, Espíritu de sabiduría y de inteligencia, Espíritu de consejo, y de fortaleza, Espíritu de conocimiento y de temor del SEÑOR; y le hará oler en el temor del SEÑOR. (Isaías 11:2-3)

Del trono salían relámpagos, voces y truenos, y delante de él ardían siete lámparas de fuego, que son los siete Espíritus de Dios. (Apocalipsis 4:5)

Así que 7 es el número de Dios. Esta bestia, mostrando sus 7 cabezas, pretende hacerse pasar por Dios, se muestra como si fuera un ser divino para engañar así a la gente. Pero el Anticristo es en realidad el reverso de esos 7 espíritus divinos. La Bestia, que representa a Jesús, tiene 7 cabezas de dragón, y el dragón simboliza al mal, a Satanás. Así que se nos muestra a Jesús como el reverso de lo que él afirma ser en sus blasfemias, en vez de un ser divino, un ser satánico, en vez de cómo un ángel, como un dragón.

Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación (v. 4)

Ecce Homo by Antonio Ciseri c. 1880La Gran Ramera está vestida de púrpura y escarlata, como los reyes. ¿Acaso Jesús vestía púrpura y escarlata? Pues resulta que sí:

Entonces los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio, y reunieron alrededor de él a toda la compañía;  y desnudándole, le echaron encima un manto de escarlata,  y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él, le escarnecían, diciendo: !!Salve, Rey de los judíos! (Mateo 27:27-29)

La insolencia de Jesús no solo le hizo decir que era Dios, sino también que era el legítimo rey de los judíos, así que le vistieron con manto escarlata, que era el manto de los reyes de la antigüedad. Pero la Gran Ramera lleva “púrpura y escarlata”, ¿y el púrpura? Bueno, pues a Jesús no solo le debieron poner un manto escarlata como dice Mateo, sino que también vistió de púrpura porque así nos lo describe Juan:

Y salió Jesús, llevando la corona de espinas y el manto de púrpura. Y Pilato les dijo: !!He aquí el hombre! (Juan 19:5)

Y ahí lo tenemos, primero le ponen el escarlata para mofarse de él y luego le ponen encima el púrpura para mostrarlo al pueblo, así que Jesús, igual que nos dicen de la Gran Ramera, vistió con manto púrpura y escarlata.

Según el Apocalipsis Jesús también tuvo oro y joyas. Por supuesto Constantino borró eso de los evangelios, dentro de sus muchas modificaciones, pero es fácil suponer que reuniendo tantos seguidores como Jesús logró, incluyendo algunos muy ricos, recibiera todo tipo de regalos. Aún podemos leer cómo José de Arimatea le trata como a un rey, cediéndole su mansión para la Última Cena, cálices de piedras preciosas, y una tumba y ungüentos dignos de un enterramiento de ricos, por no mencionar la cantidad de fiestas y comilonas con las que los poderosos le agasajaron y que él, gustosamente, aceptaba. No hace falta más comentario que el que él mismo hace de sí:

Llegó el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: «Es un glotón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores». (Mateo 11:19)

calizEl cáliz de oro lleno de las inmundicias de su fornicación (idolatría) es esa copa de vino, que era de oro o de algún otro material precioso, pues era la mejor copa de su amigo rico el de Arimatea. La idolatría del cáliz se refiere al vino que él mismo dijo que era su propia sangre, una sangre que iba a salvar a la humanidad. Blasfemia e idolatría, pues solo Dios salva, y él les hizo creer a sus seguidores que su sangre podía ser tan poderosa como Dios.

Beban todos de ella, porque esta es mi sangre, la sangre del pacto, derramada por vosotros para el perdón de los pecados. (Mateo 26:27-28)

Más parece una ceremonia de magia negra que otra cosa. Sellar un pacto con sangre y enseñar que esa sangre tiene el poder de perdonar los pecados es un ataque frontal a lo que Dios nos enseña en el Antiguo Testamento. Solo la gracia de Dios salva.

 y en su frente un nombre escrito, un misterio: Babilonia la Grande, la madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra. (v. 5)

Jesús llevaba en su frente una corona de espinas, y esa corona tenía su misterio pues no era un simple manojo de espinas, sino que representaba una corona real. Al ponerle esa corona estaban mofándose del título que el propio Jesús se dio a sí mismo, diciendo que era el Rey de los Judíos. El rey de los judíos sería, según las profecías divinas, el verdadero Mesías, y el Mesías debía expulsar a los romanos y lograr que Israel dominara a todas las naciones de la tierra. Así que esta corona de espinas se burla del fracaso de un falso mesías que quiso Jesús en los infiernoshacerse pasar por el rey que dominaría al mundo en un reino de paz y santidad. Y en cierto modo, a través de la Iglesia que fundó, logró dominar a las naciones, pero solo pervirtiéndolas tanto o más de lo que ya estaban, convirtiéndose en el rey de toda la prostitución (idolatría) de la tierra, extendiendo el cristianismo idólatra por todos los rincones de la tierra y apartando así a los pueblos del verdadero culto a Dios para adorar a un hombre.

La Bestia que has visto, existía y ya no existe, pero volverá a subir desde el Abismo para ir a su perdición. Y los habitantes de la tierra cuyos nombres no figuran en el Libro de la Vida desde la creación del mundo, quedarán maravillados cuando vean reaparecer a la Bestia, la que existía y ya no existe. (v. 8)

Este versículo es todo lo claro que se puede ser. ¿Quién es aquel que era y no es pero volverá a ser tras subir desde el infierno? Según afirman sus propios seguidores: “Fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los infiernos. Al tercer día resucitó de entre los muertos”. Ahí lo tienen, Jesús existía (estaba vivo) y ya no existe (murió), pero volverá a subir desde el Abismo (= infierno). Todos sus seguidores quedaron maravillados cuando vieron a Jesús resucitado reaparecer. Esos seguidores son “los habitantes de la tierra cuyos nombres no figuran en el Libro de la Vida”, pues Jesús logró apartarles de la verdadera doctrina y con ello se condenaron.

Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer (v.9)

Así que ahora hablamos de un lugar, las 7 cabezas representan también 7 montes. Algunos han intentado identificar esta ciudad con Roma, “La ciudad de las 7 colinas”, pero Jesús no estuvo nunca en Roma. ¿Tuvo relación con alguna ciudad de 7 colinas también? Efectivamente, y mucho. En la cultura oriental a la que pertenece San Juan, Jerusalén era conocida como “la ciudad de las siete colinas” (Pirke de-Rabbi Eliezer, Sección 10). Estas colinas son: 1- «Escopus», 2-«Nob», 3-“el Monte de la Corrupción” o “el Monte de la Ofensa” o “el Monte de la Destrucción” (2 Reyes 23,13), 4- El original “monte Sión”, 5-la colina Suroeste también llamada «Monte Sión», 6- el «Monte Ofel», y 7- “La Roca” donde se construyó la fortaleza “Antonia”. Pero si quiere ver una demostración exhaustiva (totalmente en serio) de por qué la gran Babilonia es Jerusalén, lea nuestro artículo: La Ciudad de las 7 Colinas.

y son siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo. (v. 10)

La Bestia del ApocalipsisLas 7 cabezas son 7 colinas y 7 reyes. Ya hemos visto cuáles son las 7 colinas de Jerusalén, veamos ahora cuáles son esos 7 reyes, 5 de los cuales han muerto, uno coincide con la vida de Jesús y el otro, que llegará después de morir Jesús, será breve:

La monarquía de Israel llegó a su fin con el exilio a Babilonia. Pero tras la conquista de Alejandro Magno, un general terminará por alzarse y autoproclamarse rey de Judea de nuevo, reiniciándose la monarquía, y tras él otros sucesores: Hircano II, Aristóbulo II, Aristóbulo III, Antípater el Idumeo y Herodes el Grande. En total, 5 reyes, incluido el famoso Herodes de la matanza de los Inocentes, que murió cuando Jesús apenas tenía 3 o 4 años. Luego en tiempos de Jesús tenemos al sucesor de Herodes el Grande, el otro Herodes que le condenó: Herodes Antipas. Y después de Jesús vendrá otro rey que durará poco tiempo: Herodes Filipo en verdad tuvo un reinado breve, y fue quien vio la destrucción de Jerusalén y la expulsión de los judíos pocos años después de morir Jesús. Así que también esto se cumple al 100%.

La bestia que era, y no es, es también el octavo; y es de entre los siete, y va a la perdición. (v. 11)

7 cabezas 10 cuernosEsa bestia que era y no es vimos ya que se refiere a Jesús. Cuando dice que “es de entre los siete” se refiere a que es uno de los reyes de Jerusalén, por eso añadiría su número a los 7 reyes de Judea, aunque en este caso sea un rey impostor, y por eso, entre otras cosas fue “a la perdición”, pues le condenaron a muerte, los judíos por blasfemar y los romanos por pretender ser rey.

Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia. (v. 12)

Si la bestia es Jesús, ¿quiénes son esos otros 10 reyes que por breve período reciben autoridad de él? Parece que se trata de los apóstoles, pues cuentan que Jesús entregó a Pedro las llaves del reino (el símbolo de autoridad) y que posteriormente se las entregó también al resto de los apóstoles. Los apóstoles son 12 pero uno fue traidor y no recibió poder alguno, así que nos quedan 11. El caso de Pedro es diferente, pues fue nombrado sucesor y además de las llaves recibió la jefatura de la Iglesia. Nos quedan pues los otros 10, que posteriormente a Pedro, reciben conjuntamente la autoridad de gobernar la Iglesia junto con Cristo. Pedro no es contado entre ese grupo porque su papel era diferente, aparece en el Apocalipsis no como uno de los 10, sino como el Falso Profeta, el dirigente de los reyes, otra bestia que incita a la gente a adorar a la Bestia de 7 cabezas.

Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. (Apocalipsis 19:20)

Cuando apresaron a Jesús en el huerto de Getsemaní, Pedro estaba presente y tuvo un papel importante (intentó matar a un soldado). “Las señales” es una forma frecuente en la Biblia para referirse a milagros, y en el libro de Hechos se nos habla de que Pedro era capaz de hacer milagros (por el poder de Satanás). “Los que recibieron la marca de la bestia” se refiere a los que recibieron el bautismo y pasaron a adorar a la bestia, a Jesús.

Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles. (v. 14)

Esta es una profecía que se refiere al futuro, pues aún no ha sucedido. En el Apocalipsis “el Cordero” se refiere al verdadero Mesías, el cual aún no ha llegado, pero aquí vemos que cuando llegue tendrá que luchar contra esos reyes que gobiernan junto con la Bestia (Jesús). O sea, dicho de forma más clara, cuando venga el Mesías luchará contra la Iglesia de Jesús, los hoy llamados erróneamente cristianos (deberían llamarse “jesuiteros”) así como sus gobernantes (obispos, popes, pastores, vicarios, etc) y les derrotará.

Me dijo también: Las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas. Y los diez cuernos que viste en la bestia, éstos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego; (vs. 15-16)

Este Jesús, representado en su Iglesia, ya domina pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas por todo el mundo, pues hoy en día uno de cada tres habitantes de la tierra se declaran seguidores de este falso Mesías, del Anticristo. Y sin embargo esos diez reyes que gobiernan la Iglesia, que representan a las actuales jerarquías cristianas, terminarán codiciando poder y riquezas y destruirán su propia Iglesia tal como nos dicen estos versos. Esta es la continuación de la profecía para tiempos futuros.

porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que él quiso: ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios. (v.17)

Esta es la fase actual en la que estamos. Las jerarquías cristianas han puesto su poder al servicio de Jesús, y esta situación durará hasta que Dios decida destruir a esa Iglesia para siempre. Y veamos ya la última línea del capítulo 17 sobre la Gran Ramera:

Y la mujer que has visto es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra. (v. 18)

El Apocalipsis a menudo utiliza símbolos e imágenes que poseen a un tiempo varios niveles de interpretación. Al igual que las cabezas de la Bestia eran, según nos cuenta el mismo Juan, siete colinas pero también siete reyes, la Ramera que cabalga la Bestia simboliza al mismo tiempo al Anticristo, Jesús, y a la ciudad de Jerusalén. Esta Ciudad representada por la Bestia es llamada en el libro “la gran Babilonia”, pero ya hemos visto que esta Babilonia (que en tiempos de Juan ya no existía) era una manera simbólica de referirse a Jerusalén, una ciudad que gracias a la labor de Jesús se había convertido en un nido de apóstatas y herejes. En el capítulo siguiente vemos cómo la destrucción de la Gran Ramera aquí descrita va inmediatamente seguida de la destrucción de Babilonia. Del mismo modo la muerte de Jesús (la Gran Ramera) va seguida pocos años después por la destrucción de Jerusalén (la gran Babilonia). Jesús muere en el año 33 aproximadamente y Jerusalén es arrasada en el año 70. El Apocalipsis nos dice que de Babilonia la grande “no quedará piedra sobre piedra”, y eso mismo ocurrió con Jerusalén, no quedó piedra sobre piedra, tal como el mismo Jesús anunció que ocurriría.

EL NÚMERO DE LA BESTIA: 666

anticristo 666Mucho se ha hablado del significado del número 666 del Apocalipsis, el número que identifica a la Bestia surgida del mar, la misma que cabalga la Gran Ramera de Babilonia, pero siempre se ha partido de un error, el número en sí. En las biblias vemos el número moderno 666 o más comúnmente las palabras “seiscientos sesenta y seis”. Sin embargo no es así como lo escribió Juan.

Para esto se precisa sutileza. El que tenga inteligencia calcule la cifra de la Bestia, porque es una cifra humana: seiscientos sesenta y seis  (Apocalipsis 13:18)

El texto más antiguo conservado de este pasaje es el Papiro P47 de la biblioteca Chester Beatty, que data del siglo tercero. Y allí no aparece escrito “seiscientos sesenta y seis” (Ἑξακόσιοιἑξάκονταἕξ = Hexakosioi hexakonta hex), sino los números griegos χξς (chi, xi, sigma). Los idiomas antiguos usaban letras para representar números, así que esas letras representan una cifra. Los equivalentes numéricos de tales letras grietas son: χ= 600, ξ= 60 y ς= 6 = 666.

Ὧδεἡσοφίαἐστίν· ὁἔχωννοῦνψηφισάτωτὸνἀριθμὸντοῦθηρίου· ἀριθμὸςγὰρἀνθρώπουἐστί· καὶὁἀριθμὸςαὐτοῦ χξς. (Apocalipsis 13:18 en su forma griega original)

Números griegosAdemás, sobre esta cifra de χξς está escrita una línea. Esa línea significa que esas letras representan un número o un nombre apocopado. Los escribas posteriores eligieron la opción de número y pasaron a escribirlo como “seiscientos sesenta y seis”, pero ese era el plan de Dios, ocultar la verdadera interpretación hasta que llegase el momento de desvelarlo. En realidad el verdadero significado de esas tres letras era un nombre, no un número, pero el nombre solo podría descodificarse unos quince siglos más tarde como mínimo.

Al hacer la conversión fonética de esas tres letras-números, tenemos los sonidos CH, Z, S (la Z representando a una S vibrante). Y esto es precisamente la transcripción fonética (con acento griego) de la pronunciación de “Jesus” en inglés /dʒi:zəs/. El sonido inglés de la J no existe ni en griego, ni latín, ni hebreo ni arameo, así que Juan lo reemplazó por el sonido más próximo que existía en griego, que era la CH (χ) Las vocales no aparecen porque en las encriptaciones no se utilizan las vocales (el hebreo y arameo hablados por Jesús no escriben las vocales, solo las consonantes). Alguno puede objetar que por qué pensamos en el idioma inglés y no en el español, el chino o el suajili. La respuesta es sencilla, las revelaciones de Dios iban dirigidas al fJesus-uturo, y hoy parece ya bastante claro que el idioma universal para el futuro (y para el presente) es el inglés, así que es lógico que Juan escondiera este código pensando en la manera en que las generaciones del futuro pronunciarían el nombre de Jesús, pues antes de ese momento en que el inglés fuese la lingua franca mundial, no era conveniente que la humanidad lo descubriera. ¿No es impresionante que Dios le revelara a Juan el verdadero nombre de la Bestia del Apocalipsis, el Anticristo, calculando que nadie sería capaz de poder descifrarlo hasta que el idioma y el actual alfabeto del inglés estuviera ya maduro para poder descubrirlo? Solo una inteligencia divina habría podido lograr tal proeza.

Así que, aunque a lo largo de los siglos se ha argumentado que el Anticristo, la Bestia del 666, era Mahoma, Lutero, el papa, Hitler o muchos otros, nosotros acabamos de ver cómo Jesús de Nazaret cumple toda la descripción de la Gran Ramera con mucha más precisión que los demás. Ningún otro encaja con la descripción del Apocalipsis al 100% excepto Jesús. ¿Y por qué estamos seguros de que nuestra interpretación es la correcta? Porque la Biblia lo dice y punto (… diría un protestante).

EL REDUCTO FIEL

Y la última cosa que nos propusimos demostrar es que si verdaderamente Jesús es el Anticristo, entonces tanto el Apocalipsis como el Antiguo Testamento nos aseguran que el verdadero Pueblo de Dios, aunque sea minoritario, permanecerá fiel a la espera del verdadero Mesías y no sucumbirá a los ídolos ni a la Bestia. Entonces ¿dónde está esa verdadera Iglesia que no ha sido engañada por Jesús?

Dios no ha repudiado al pueblo que de antemano había reservado para sí. ¿Es que no conocen lo que narra la Escritura a propósito del profeta Elías cuando interpelaba a Dios en contra de Israel: Señor, han asesinado a tus profetas y han destruido tus altares. Sólo yo he quedado con vida, y todavía pretenden matarme? Y ¿cuál fue la respuesta divina? Me he reservado siete mil hombres que no han doblado la rodilla ante el dios Baal. Pues lo mismo sucede en nuestros días. Dios ha escogido un resto por pura gracia. (Romanos 11:2-5)

Pues la verdad es que no tenemos una, sino un puñado de iglesias paraprotestantes que aseguran que Jesús de Nazaret es el Anticristo. Son varias iglesias pequeñas que con la Biblia en la mano y la sola scriptura en la cabeza han descubierto que Jesús es malvado y el Anticristo, como los seguidores del Maestro Evangelista y su comunidad de El Gran Nombre de Dios: http:// www. thename.ph/thename/part2-en.html . También tenemos a iglesias como “Creciendo en Gracia”, cuyos seguidores siguen a Jesús, pero no ocultan que este Jesús es la Bestia malvada y por eso llevan tatuado el 666 en un brazo y esperaban el fin del mundo para el año 2012, cuyo inicio sería la destrucción del Vaticano.

— ACABEMOS YA CON LA FARSA —

JESÚS NO ES EL ANTICRISTO

Jesus VidaLargo sería aquí demostrar por qué cada uno de los argumentos presentados aquí son erróneos, pero en vez de rebatir cada argumento y cita de uno en uno (como prefieren los protestantes), podemos demostrar de un plumazo la falsedad de toda esta absurda idea. Frente a 5 o 500 citas sueltas en las que parece que Jesús es el Anticristo, solo es necesario leerse el libro del Apocalipsis entero, de principio a fin, y ver lo que ese libro realmente nos está diciendo. Ninguna cita aislada, ningún párrafo suelto, nos puede asegurar ninguna doctrina. Necesitamos leer todo el libro, o incluso toda la Biblia, para entender el mensaje que transmite, y asegurarnos de que nuestra interpretación no se sale de la Tradición apostólica. Pero ahora nos es suficiente con leer el mero principio del Apocalipsis, y esto es lo que nos dice:

Revelación de Jesucristo, que le fue confiada por Dios para enseñar a sus servidores lo que tiene que suceder pronto. El envió a su Ángel para transmitírsela a su servidor Juan. Este atestigua que todo lo que vio es Palabra de Dios y testimonio de Jesucristo. Feliz el que lea, y felices los que escuchen las palabras de esta profecía y tengan en cuenta lo que está escrito en ella, porque el tiempo está cerca. Yo, Juan, escribo a las siete Iglesias de Asia. Llegue a ustedes la gracia y la paz de parte de aquel que es, que era y que vendrá, y de los siete Espíritus que están delante de su trono, y de Jesucristo, el Testigo fiel, el Primero que resucitó de entre los muertos, el Rey de los reyes de la tierra. El nos amó y nos purificó de nuestros pecados, por medio de su sangre, e hizo de nosotros un Reino sacerdotal para Dios, su Padre. ¡A él sea la gloria y el poder por los siglos de los siglos! Amén. El vendrá entre las nubes y todos lo verán, aún aquellos que lo habían traspasado. Por él se golpearán el pecho todas las razas de la tierra. Sí, así será. Amén. (Apocalipsis 1:1-7)

Segunda Venida de CristoEsto es lo que dice el comienzo del libro, su presentación. Todas las visiones (o profecías) descritas en él no son para advertirnos sobre la aparición del malvado Jesús, sino que es el mismo Jesús quien envía esas visiones. No podemos usar citas de un libro para demostrar A, cuando el mismo libro afirma que está escrito para demostrar B, justo lo contrario. Y solo esta frase ya es suficiente para negar toda fantasía sobre esa versión de Jesús como Anticristo:

El nos amó y nos purificó de nuestros pecados, por medio de su sangre, e hizo de nosotros un Reino sacerdotal para Dios, su Padre. ¡A él sea la gloria y el poder por los siglos de los siglos! Amén. (Apocalipsis 1:5-6)

CONCLUSIÓN

Sola Scriptura -cerradaEste artículo pretendía demostrar un punto clave para desmontar la doctrina de la “Sola Scriptura” en la que se basa el protestantismo y todas las cientos de miles de iglesias salidas de él, incluyendo los evangélicos y los paraprotestantes. La idea es que si solo utilizamos la Biblia para construir una doctrina, podemos acabar creando casi cualquier cosa, desde lo razonable (pero equivocado) hasta lo más absurdo, como lo que hemos fingido demostrar aquí. Cuando uno desecha la Tradición y se cree libre para interpretar la Biblia por su cuenta, existe el peligro real de acabar inventándose una doctrina nueva, lo que ha generado que la rama protestante se haya empezado a dividir en doctrinas diferentes desde sus mismos inicios. Hoy hay miles de iglesias que defienden doctrinas diferentes, muchas contradictorias e incompatibles, y eso demuestra que si abandonamos el marco que Jesús nos dejó, caeremos inevitablemente en el error.

Ellos afirman que el Espíritu Santo les guía en su interpretación, y eso es mejor que la Tradición, pero si tal cosa fuera cierta entonces el Espíritu Santo se habría encargado de que el protestantismo hubiera permanecido puro y unido. Como contraste tenemos las Iglesias Católica y Ortodoxa. Desgraciadamente llevamos ya 1000 años separadas, pero ambas aceptamos el marco de la Tradición como límite para nuestros análisis bíblicos. El resultado es que ambas mantienen una unidad doctrinal casi total, frente a las miles y miles de divisiones ocurridas entre los protestantes en solo 400 años. La evidencia es abrumadora, la Iglesia como guardiana de la doctrina original dentro de la Tradición apostólica ha mantenido la doctrina sin cambios, la pretendida iluminación del Espíritu Santo que supuestamente ilumina a cuantos protestantes analizan la Biblia autónomamente, ha resultado no ser más que eso, algo supuesto pero que no ha servido para mantener ni verdad, ni pureza ni unidad.

Y recuerde, cuando uno se sale de la verdadera Iglesia de Jesús y abandona la Tradición apostólica, con solo la Biblia en la mano y el razonamiento humano, puede terminar por demostrar hasta lo indemostrable, o al menos presentarlo de tal forma que parece tener mucho sentido, sobre todo para quien no es un experto en la Biblia entera. No permita que el tesoro de la fe, custodiado por la Iglesia Católica durante 2000 años, sea destruido por ciegos guías de ciegos y lenguas de oro que deslumbran con su aparente erudición. Antes de dejarse seducir por falsos profetas y abandonar el catolicismo hágase esta pregunta: Si el protestantismo ha generado más de 35.000 iglesias diferentes con más de 35.000 interpretaciones distintas de “la verdad”, ¿cómo sabrá usted que es esa y no la otra la que ha logrado descubrir la verdad? Todas le podrán dar mil citas bíblicas y mil razonamientos, pero todas han llegado a “verdades” diferentes. Sin embargo todas ellas estarán de acuerdo en una cosa: La verdadera engañadora es la Iglesia Católica. Cuando todas las mentiras dirigen sus ataques a un mismo punto, ¿no será precisamente porque ahí está la verdad que todas niegan?

Si sus razonamientos sirven para demostrar que la Bestia del Apocalipsis es el papa, pero sus mismos razonamientos sirven también para demostrar, incluso con mayor precisión, que esa misma Bestia en realidad no es el papa sino Jesús en persona, entonces es que esos razonamientos no sirven para descubrir la verdad, sino para crear confusión. Sus calumnias contra el papado resultan ser tan equivocadas como la propia metodología que han usado para justificarlas. La “sola scriptura” queda, por enésima vez, en evidencia y demuestra su capacidad para llevar a los buenos cristianos al error. O más bien a miles de errores diferentes, porque verdad solo hay una, pero el error no tiene límites.

NOTA FINAL

No pretende este artículo mofarse de los protestantes ni ridiculizarles. Hay en sus filas mucha gente de muy buena fe y muy buena vida y por supuesto también grandes teólogos y grandes pensadores. El problema no es la gente, el problema es que esa gente se ve condicionada por su religión a analizar los textos utilizando una metodología radicalmente equivocada, por lo que llegarán a conclusiones equivocadas. Incluso el matemático más dotado del mundo llegará a resultados erróneos si para resolver sus fórmulas se sirve de una calculadora que comete errores. Así que la próxima vez que una encantadora pareja de protestantes llame a su puerta Biblia en mano para aturdirle a citas y demostrarles que su fe católica está toda mal y ofende a Dios, intente recordar que con su manera de estudiar la Biblia, las posibilidades de que ellos hayan alcanzado la verdad son básicamente cero. Cualquier persona que se sale de la Iglesia y la Tradición está condenada a abrazar el error sin remedio.

Y los defensores de la Sola Scriptura solo llevan cuatro siglos saltando de un razonamiento a otro. ¿En qué llegarán a creer dentro de dos mil años? Por algo Dios, que bien conoce la naturaleza humana, nos dejó la Biblia, pero también una Tradición y una Iglesia, para asegurarse de que el hombre no terminase por ver en sus escritos de todo menos la verdad.

 

Puede leer aquí el artículo anterior en donde se interpreta con rigor y sin sensacionalismos el significado de la Gran Ramera y del Apocalipsis en general:

EL APOCALIPSIS: La Gran Ramera de Babilonia y el papa

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28 thoughts on “La falacia de la Sola Scriptura (o el absurdo de que Jesús es el Anticristo)

  1. ¡Excelente manera de demostrar bíblicamente que obviando la Tradición Apostólica y tomando versículos por aquí y por allá podemos defender cualquier «doctrina» por errada que esté!

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  2. Hola saludos para todos ante todo quiero decir que soy creyente evangelico no protesto sobré nada creo en Jesús en su palabra escrita en la salvación que es por medio de la fe en el sacrificio de Jesús en cruz del calvario que fue suficiente para salvar a toda la raza humana una sola vez y para siempre así como lo dice la biblia.
    Es interesante ver como haces defensa de tu fe de tu iglesia de tu religión eso quiere decir que estas muy comprometido con las cosas de Dios ,creo que tu análisis de como manipular la biblia para demostrar que Cristo puede ser el anticristo fue muy absurda perdón por mí sinceridad.
    Tengo muchas preguntas para vos pero una es la que más me gustaría saber tu opinión.
    ¿El sacrificio de Cristo en la Cruz fue suficiente para salvar la humanidad ?
    Espero tu respuesta .

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    • Hola Nelson, no te excuses, la demostración de que Cristo puede ser el anticristo es verdaderamente absurda. Eso precisamente se pretendía demostrar en el artículo, que ese tipo de razonamientos, incluso con Biblia en mano, pueden ser absurdos.

      En cuanto a tu pregunta, la respuesta es que sí, el sacrificio de Jesús fue suficiente para salvar a la humanidad… aunque no basta para salvar a cada uno de nosotros. Supongo que estaremos ambos de acuerdo en que el sacrificio de Jesús nos abrió a todos las puertas del cielo, pero cada uno tiene que responder a esa invitación aceptándola para que la salvación se haga efectiva en sí mismo. Ustedes dirán que la forma de aceptarla es mediante la fe, nosotros decimos que es mediante la fe y las obras, como bien nos recuerda Santiago en su carta, entre otros.

      Pero como no sé bien qué conclusiones quiere sacar de eso, tal vez mi respuesta no le resulte suficiente. A lo mejor está pensando en el tema de la corredención, en si también las personas podemos ayudar mediante nuestros actos y oraciones y así cooperar en el proceso de salvación. Sobre eso diré que toda la Biblia es un ejemplo de cómo Dios no quiso traer la salvación sin más caída del cielo, sino que eligió que la humanidad colaborara en ese camino de salvación. Todo el Antiguo Testamento es un ejemplo de cómo Dios prepara el camino de salvación con la ayuda de su Pueblo Elegido. Incluso la liberación de Israel, que podría haberla realizado milagrosamente, la llevó a cabo por medio de Moisés, con todos los problemas y deficiencias que ello supuso.

      Sobre la corredención tenemos un ejemplo muy claro, y hasta sorprendente, en las palabras de San Pablo cuando en su carta nos dice: «completo en mi carne lo que falta a la Pasión de Cristo, por su Cuerpo que es la Iglesia» (Col 1,24). Eso no significa que la Pasión de Cristo no fue suficiente, sino que Cristo desea que nosotros nos unamos también a ese proceso de salvación y colaboremos activamente con ella, en lugar de ser sujetos pasivos que se limitan a aceptar los frutos de la salvación y dar las gracias. No es esa la postura que quiere Dios de nosotros.

      Si no es eso exactamente por lo que preguntabas puedes matizar la pregunta más.

      Dios le bendiga.

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